La Noche Mágica
Capítulo 1
¡Bienvenido al País de la Alegría!
Una noche fría y oscura, en una
habitación de un joven de 17 años llamado Joseph, se escuchaban unas risas de
pequeños niños. Joseph ya estaba durmiendo, pues eran un aproximado de 10-11
PM, Joseph despierta gracias a las risas que sonaban en la oscura habitación.
El joven ve que por debajo de la puerta se veía la sombra de alguien, por
supuesto esto lo asustó y pensó
-¿Qué cosa estará detrás de la
puerta? ¿Por qué hay risas si solo vivimos mi madre y yo?
Muchas cosas pasaron por la
cabeza del muchacho, que finalmente se decidió a abrir la puerta, con las
piernas temblando, con un nudo en la garganta y el cuerpo frío por el sudor,
abre la puerta y allí estaba un hombre de 2 metros, sombrero de copa, cabello
largo y liso, camisa de rayas azules con blancas, un pantalón negro, zapatos
marrones y un gran bolso en su espalda.
-¿Quién eres?
Preguntó nervioso Joseph
-Hola amigo mío, mi nombre es
Alfred, encantado de conocerte
Alfred estrecha la mano con
Joseph, el joven ya no estaba tan asustado.
-¿Qué es lo que quieres?
Preguntaba el muchacho
-Quiero que tengas un viaje
conmigo Joseph
Le responde el hombre
-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Cómo
entraste aquí? ¿Un viaje hacia dónde? ¿No sabes qué hora es?
Seguía interrogando el joven
-Calma, te explicaré todo para
que no te alarmes, primero que nada yo no existo, segundo, soy un espíritu de
los miles que existen en el país de la alegría, tercero, fuiste uno de los
cientos de afortunados para un viaje hacia el país de la alegría… ¡toda la
noche!
Explicó Alfred, Joseph se rasca
la cabeza y dice
-Suena interesante… ¿Pero cómo
coño se va?
-Jajajaja no te enojes joven, es
fácil, ¿Ves el bolso que tengo atrás? En él tengo unos porros de alegría
Dice Alfred y saca un par de
porros de color arcoíris, el joven s con cara de sorpresa dice
-¡Qué mierda!
-Solo necesitas fumarlo y
estaremos camino al país de la alegría
Dijo Alfred y saca unos fósforos,
el muchacho agarra el porro y lo coloca para que Alfred lo encienda, luego de
esto dice
-El país de la alegría… confiaré
en ti Alfred
-Jajajaja claro, fuma
Dijo el hombre y enciende su
porro también, ambos fuman al mismo tiempo… Joseph mira como su alrededor se
pone borroso y de color arcoíris
-¿Tan rápido hace efecto?
Pensó el joven
-Aunque no lo creas, ya estamos
en camino
Dijo el hombre
-Qué extraña forma de viajar
Comenta Joseph y sigue fumando…
al rato la ropa de Joseph cambia, su camisa se pone de color arcoíris, sus
pantalones cambian a blanco y sus zapatos a verde
-Wow esta mierda es muy buena,
veo como si tuviera otra ropa
Dijo el joven
-Y así es, tu ropa cambia porque
así se visten los visitantes del país de la alegría
-¿Enserio? Oye dime algo… ¿Cómo
es el país de la alegría?
Pregunta el joven
-Calma, lo verás por ti mismo… yo
seré tu guía
-¿Qué otros países existen?
Pregunta nuevamente el muchacho
-Ya veo que eres muy curioso,
está bien te lo diré, están el país de la alegría, del odio, de la paz, de
chocolate, de las locuras, de la tecnología, de los dibujos, de las peleas, del
viento, del agua, del fuego, de las torturas, de las frutas, de los hombres, de
las mujeres, del sexo… entre otros
Explica Alfred
-Vaya, son muchos
Se sorprende el muchacho… de
pronto, el ambiente cambia y Joseph ve un arcoíris en el gran cielo azul,
montañas muy verdes lagos cristalinos…
Alfred se quita el sombrero, respira profundo, se lo vuelve a colocar y dice
-Joseph, bienvenido al país de la
alegría.
El joven mira que a su alrededor
había muchas casas de colores alegres, gente conversando, otros riendo,
jugando, e incluso corriendo
-Antes que nada debemos
presentarte ante el rey del país… todos los visitantes deben ser presentados
ante dicho rey
Insinúa Alfred
-Vamos
Dijo el joven… durante el camino
Joseph notaba la inmensa alegría de los habitantes, caminaron durante 30
minutos hasta que por fin llegaron al castillo de la alegría; era enorme,
Alfred y Joseph entran… Joseph se extraña porque hasta los guardias se veían
bastante alegres… suben hasta llegar al rey, el cual era de muy pequeña
estatura, corona gigante de color arcoíris, capa que le arrastraba y pantalones
gordos; Alfred y Joseph se arrodillan ante el rey
-Su majestad, he traído un nuevo
visitante al país… su nombre es Joseph, tiene 17 años
Explica Alfred
-¡Qué bien! ¡Un nuevo visitante!
¡Espero que te diviertas mucho en nuestro país!
Dijo muy contento el diminuto rey
-Gracias su majestad, le aseguro
que me divertiré
Ambos salen del castillo y se
alojan en una casa
-Muy bonito lugar
Comenta Joseph, Alfred se quita
su sombrero y dice en voz baja
-Escucha Joseph, la verdadera
razón por la qué estás aquí es porqué necesitamos tu ayuda
-¿Mi ayuda?
Pregunta el joven
-Sí, uno malvados espíritus
quiere consumir las energías de todos los países espirituales… he presentado a
muchas personas ante el rey, pero contigo se puso demasiado alegre, eso quiere
decir que eres el elegido para esta peligrosa misión
Explica Alfred
-¿Qué misión?
Vuelve a preguntar el muchacho
-En cada país hay un espíritu
malvado, derrótale, no, para ser más directo… tienes que ir a cada país
espiritual y derrotar a todos los espíritus malvados para evitar la extinción
de los países espirituales.
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