La Furia de los Mutantes: Capítulo 3 - Viajando a ciudad Ánester

Tercer capítulo de La Furia de los Mutantes, continúan las aventuras de estos jóvenes con poderes sobrenaturales, disfruten la lectura :)


VIAJANDO A CIUDAD ÁNESTER

Jane

Han pasado ya tres semanas desde que llegamos al observatorio, Claire se volvió muy buena amiga mía, además de ser mi compañera de entrenamiento desde que descubrió como usar sus poderes, ella y Desmond tienen algo que se empieza a volver cada vez más evidente, Desmond por otra parte entrena sólo y muy duro, despejó el terreno detrás del observatorio, y lo construyó a su gusto, es un buen campo de entrenamiento para los bajos recursos con los que lo construyó, Alan no entrena mucho, es muy confiado, pero despertó 6 meses antes que nosotros, ya debió haber entrenado lo suficiente, en cuanto a Matt... no es un hombre de combate... o al menos eso parece, se dedica a investigar portadores malignos, sus ubicaciones y crímenes, al localizarnos suele quedarse mientras nosotros vamos intentando salvar las ciudades a las que no llegó la explosión, y a demostrar al mundo que no todos los portadores somos mutantes malvados. Además de eso se dedica a sus máquinas y vehículos, trama algo grande con eso, lo presiento... y claro... últimamente está despertando en él un... nuevo interés.

- Buenos días Jane - me saluda Matt... sonriente como rara vez - ¿estás ocupada más tarde?
- Tengo... que entrenar con Claire. - respondo rápidamente.
- Oh, ya veo... si tienes un tiempo libre ven a buscarme, me gustaría convivir un poco más contigo.
- Claro... Lo tomaré en cuenta.

Camino rumbo al campo de entrenamiento esperando que no me siga... no me siento cómoda cuando me habla, debe ser que no me agradan quienes huyen de los combates ¿por qué no pude gustarle a Alan o a Desmond? Ellos son valientes en combate.

- ¿Temprano para entrenar? - pregunta Desmond burlescamente, está sudando y no lleva puesta su playera ¡demonios Claire! Tú novio entrena demasiado.
- ¿Alguna vez dejas de entrenar? - pregunto intentando no mirarlo.
- A veces me doy un tiempo libre.
- Muy pocas veces.
- ¿Y bien? ¿Crees estar lista para entrenar conmigo?
- No quisiera volarte los sesos de un escopetazo, los campos de fuerza de Claire detienen mis balas, lo cual no creo que tu cabeza pueda hacer.
- ¿Te parece divertido practicar tiro al blanco con mi chica?
- ¡Relájate! ¡Puede volar muy rápido mientras mantiene el campo de fuerza! Es la compañera de entrenamiento perfecta.
- Creo que no ha despertado, ¿qué haces aquí si no vienes a entrenar?
- Digamos que estoy huyendo de un indeseable.
- ¿Es Matt de nuevo? - pregunta en tono burlesco - ¿Por qué no le das una oportunidad? Es un buen sujeto.
- No me agrada, se refugia en el observatorio mientras hacemos el trabajo sucio.
- Sus funciones son distintas... dudo que tenga poderes físicos, es un tipo brillante, pero el combate no es lo suyo.
- Cierto.
- Desmond, Jane - se acerca Alan - Matt quiere que nos reunamos en la sala, al parecer es algo grande.

Nos dirigimos a la sala y ahí están Matt y Claire.

- Tomen asiento chicos - espera a que nos sentemos y comienza a hablar - tenemos ante nosotros algo grande, al parecer es un grupo de villanos que iban de ciudad en ciudad causando crímenes pequeños, parecían simples sobrevivientes, pero ahora que se establecieron en la ciudad de Ánester, están desatando el caos, construyeron en minutos una especie de guarida, los estoy investigando y son siete portadores y un humano al mando, al parecer un millonario que los contrató para su protección. Desconozco las identidades de los portadores y sus poderes, sólo sé que son dos mujeres y cinco hombres, creo que será la misión más peligrosa que haya surgido. Y está vez iremos todos.

Aquella ciudad no estaba lejos, nos preparamos para el viaje y sobre todo para el combate. No sabíamos la clase de enemigo que nos esperaba allá, pero no teníamos miedo.

¡Estamos preparados!
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Alan Razor

Llegamos a Ánester en menos de una hora, por suerte Matt había estado trabajando en un vehículo en el cual pudimos viajar los cinco, Claire se veía nerviosa, no soltaba la mano de Desmond, quien parecía demasiado tranquilo, Jane iba de mal tercio en la ventana contraria a Desmond, por alguna extraña razón, se negó a sentarse en el asiento de copiloto, quizás porque Matt era quien manejaba, de seguro la incomodó de algún modo. Llegamos y Matt decidió que dejáramos el auto lejos de la guarida enemiga, de esa forma si el combate se ponía intenso tenemos el vehículo lejos del peligro, la verdad no quisiera regresar a pie.

Caminamos por las calles de Ánester, estaba destruida, era cuestión de tiempo para que terminara como lo que solía ser nuestra ciudad... debíamos detenerlos. No tardamos en localizar la guarida, lucía como una fortaleza medieval, era cuadrada y enorme, no tenía mucha altura, pero abarcaba demasiado terreno, a lo lejos se veían, campanas en plataformas techadas, tenían un patrón que indicaba que estaban para dividir terrenos, quizás. No me imagino la cantidad de gente que murió o que perdió sus hogares mientras levantaban está estructura en segundos.

- Y... ¿Cuál es el plan? - pregunta Matt algo nervioso.
- Creí que tú estabas organizando este ataque. - respondo.
- Yo tengo un plan - responde Desmond - entramos, los hacemos pedazos y nos marchamos.
- No es tan fácil Desmond, no sabemos a lo que nos enfrentamos, debemos ir con cuidado.
- Ya veremos.
- Tengamos cuidado ¿sí? - añade Claire temerosa.
Está bien... - responde Desmond decepcionado, al parecer planeaba usar fuerza bruta - entonces entremos sin hacer mucho escándalo.

La puerta es enorme, parece abrirse con algún mecanismo desde dentro.

- Seguro puedo destruirla de un golpe... - dice Desmond agresivo - pero... eso llamaría la atención...
- Allí... - señala Jane a la pared - ¿Un timbre?
- No creo que seamos invitados a pasar - comenta Desmond desconfiado.

Antes de decir algo más aparece un letrero de madera en la pared.

- "Presionen el botón para ser recibidos, los atenderemos de manera cortés"

- No confío en esto - dice Matt aún más nervioso - pero creo que debemos hacerlo para entrar.

Matt presiona el botón y la enorme puerta se abre hacia arriba.
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Henry Mattews

Al entrar vemos un enorme terreno cuadrado, como si fuese una habitación de gran tamaño... pero no estaba vacía, parecía como si hubiese habido techo y pilares en esa habitación. Como si hubiesen sido destruidos y distribuidos de forma estratégica... pero... ¿para qué? Alan se acerca y Desmond no se queda atrás, sin soltar a Claire, siempre protegiéndola, entonces aparece un hombre vestido con traje negro, tiene cabello rubio, ligeramente largo con un peinado hacia atrás, su voz grave y presumida lo hace parecer despreciable.

- ¡Bienvenidos viajeros! - exclama el hombre - Mi nombre es Axel McGilinstor. Por haber entrado aquí, puedo intuir que no son de esta ciudad, ya que de serlo sabrían que acaban de entrar en la boca del lobo - sonríe de forma malvada - pero no se preocupen, les doy la oportunidad de regresar si no buscan problemas, pero esta es una ciudad problemática ahora.
- ¡Hemos venido a detener los problemas que causas! - exclama Jane de forma directa.
- Vaya modales, ni siquiera te presentas y ya estás amenazando mis planes - suspira y da media vuelta - bueno - gira la cabeza para decir algo más - si lo que quieren es que me detenga, tendrán que vencer a mis guardianes. Cada habitación tiene un guardián, cada guardián tiene la orden de pelear sólo contra un oponente, son siete habitaciones, siete guardianes y al final, en la octava habitación estaré yo. Al ser ustedes cinco, tendrán avance rápido, pero les advierto, si lo logran... puede que no regresen los cinco. Buena suerte. Ya conocerán a todos los guardianes, todos tienen la orden de elegir un rival y dejar pasar al resto. De momento les presento a Killer Shot.

Se abre la puerta hacia la segunda habitación y una enorme neblina se asoma, es como si todo aquél terreno estuviese encerrado y lleno de esa niebla, se ve una silueta de un hombre con sombrero acercándose lentamente y se detiene, mientras a su lado en dirección contraria se marcha Axel, al cerrarse la puerta tras él, la niebla se disipa y deja al descubierto a Killer Shot, es un hombre alto de complexión delgada, tiene cabello largo, color negro parece, lleva puesto un sombrero de vaquero, está vestido al estilo del viejo oeste, pantalón y botas de vaquero, va sin playera usando tirantes cruzados y una bandana cubriendo su rostro exceptuando sus ojos, todo el vestuario de color negro, lo curioso es que no porta arma alguna, se acerca lenta y tranquilamente.

- Entonces - dice con voz grave y relajada - que se quede quien pueda ofrecerme un buen tiroteo.
Nos miramos unos a otros y entonces Claire comenta:
- Mis campos de fuerza reflectarán sus balas, he estado entrenando para esto.
- No - responde Jane - este combate es mío - se miran a los ojos un momento y Claire acepta sin más. Los demás sabemos que ella es la mejor para este combate.
- Ten cuidado Jane - le dice Desmond poniendo su mano en el hombro de ella. Claire la abraza y se despide.
- Asegúrate de alcanzarnos... Tú puedes - le dice Alan.
- Sé prudente al atacar - le digo para concluir.

Caminamos hacia la puerta dejando a Jane atrás, Killer Shot nos deja pasar sin más. La puerta se abre y vuelve la niebla, entramos y la puerta se cierra tras nosotros. El silencio de la habitación pasada nos deja mucho a pensar, pero nuestro pensamiento cambia al ver al mutante que se encuentra en esta habitación. Un... ¿hombre? Es de estatura baja, tiene la piel de un tono verde amarillezco, es calvo y de orejas puntiagudas, su cuerpo tiene algunas bocas con colmillos, tiene dos en el brazo izquierdo, tres en el derecho, no lleva playera para tener al descubierto una enorme boca que abarca toda su área pectoral, y en la garganta tiene una boca más, viste unos jeans cortos raídos y está descalzo, sus pies y sus manos son gruesas y de aspecto repugnante. Nos observa un momento y me señala.

- Tú - dice con voz repulsiva e irritante - tú serás mi rival.

Lo miro decidido, doy cuatro pasos adelante, doy media vuelta para ver a mis compañeros y asiento con la cabeza, ellos avanzan hacia la siguiente habitación y yo me quedo aquí, es mi momento de luchar.
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Elizabeth Claire

Mientras más avanzamos, menos somos... Desmond, Alan y yo. Me preocupa Jane, espero que esté bien, y Matt... ni siquiera sé si tiene poderes para enfrentarse a esa... cosa. La siguiente habitación es como... una especie de parroquia a techo abierto, los muros de esta habitación son más altos que las anteriores, la puerta doble es de madera, encima hay una ventana de iglesia, hay adornos de boda por todas partes, es hermoso, en el piso superior, puedo contemplar enormes campanas en las esquinas, cada una rodeada de una plataforma techada, a pesar de la bella estética de la parroquia, parece tener un espacio considerado para pelear.

Con el aspecto del lugar esperaba que apareciera una especie de persona demente, obsesionada con las bodas o con la iglesia, pero en cambio, una mujer joven espera sentada en el suelo con las piernas cruzadas, se levanta y nos mira pensativa, es de estatura media, complexión delgada y atlética, tiene el cabello castaño claro, es largo y lo tiene suelto con el fleco corto, tiene ojos color verde claro, viste con jeans negros, una blusa color pistache y un chaleco azul claro, calza unos tenis de botín blanco y negro, me llaman la atención sus ojeras, parece como si algo le impidiera dormir.

- No hace mucha falta pensar en mi rival. - dice con voz seria, pero dulce a la vez - Tú. - señala a Desmond - Presiento que tú eres el indicado.
- Bien - se acerca un poco antes de ser interrumpido.
- ¡Alto! - se sienta de nuevo con las piernas cruzadas - Por favor, siéntate. - dirige su mirada hacia nosotros - Ustedes dos, pasen por la puerta.
- ¿Por qué debería aceptar tu petición? - pregunta Desmond.
- Porque no me moveré hasta que tus compañeros crucen esta puerta.
- Hazlo Desmond. - le dice Alan - Cuando crucemos la puerta podrás pelear.
- Claro.

Avanzamos hacia la puerta pasando a lado de la mujer, es paciente y no se mueve, la puerta doble se abre y cruzamos a la siguiente habitación. El terreno no parece destacar, está vacío, totalvacío, sólo se encuentra una mujer, es vieja, de estatura baja, un bastón en mano, viste con un vestido rosa pálido y una capucha blanca, su rostro es apenas visible y su voz concuerda con su apariencia.

- Tan joven. - dice la mujer a lo lejos - Tan bella... Tú - señala a Alan - vete de aquí, esto no te incumbe.

Alan me mira y me abraza... no es normal. - Ten mucho cuidado Claire, eres quien más deseo que sobreviva.

No sé qué pensar sobre lo que acabo de escucharle decir, pareciera como si no le importara nadie más. ¡Que egoísta!

- Sólo vete ya. - respondo con desagrado.


Alan me mira confundido y sin decir más, se marcha, cruza la puerta y me encuentro frente a esta anciana que me mira de forma incómoda.






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