VOLVEREMOS A ENCONTRARNOS
Elizabeth Claire
No tardamos en
llegar al observatorio, el camino fue silencioso, todos estuvimos muy
pensativos ahí, quizá no fui el único que la pasó mal en Ánester. Bajamos del
auto y sacamos a Axel.
- Esto puede ser
considerado un secuestro. - dice Axel esperando que lo soltemos.
- Sería secuestro
si alguien se preocupara por rescatarte. - responde Desmond con tono serio.
- Te recuerdo
que dejaron escapar a uno de mis guardianes, ni siquiera pudieron derrotarlo,
yo sé quién fue el inútil que no pudo contra él.
- Quien haya
sido, ese tipo tuvo suerte de no enfrentarse a mí. - responde Desmond
amenazándolo - Y tú tienes suerte de que no quiera tu cadáver cerca de mí.
- No tendrás el
cadáver de nadie cerca, Desmond. - responde Alan rápidamente.
- Eso es algo
que no puedes evitar, Alan.
- No somos un equipo
de asesinos.
- Pero
intentamos sobrevivir.
- Sobrevivir no
es lo mismo que matar a otras personas.
- Son mutantes
que nos matarían si tuvieran la oportunidad.
- Y tú te
rebajas a su nivel.
- Si de niveles
se trata, entonces soy un mutante Alan y tú lo sabes.
- No aceptaré
mutantes asesinos en este equipo.
- No puedes
decidir quién se queda y quien se va... dime Alan... ¿En qué habitación
luchaste?
Alan se queda
pasmado, tarda unos segundos en responder.
- ¿Por qué es
importante eso?
- Porque Jane la
pasó mal en la primera habitación y llegó bañada en sangre para decirme que
Matt destrozó a un monstruo en la segunda, en la cuarta habitación encontré un
agujero en el piso lleno de magia y un cadáver flotante, en la quinta
habitación no encontré nada, acabé con el tipo que recuperaba la conciencia en
la sexta habitación preguntando por Claire y todos sabemos que pasó en la
séptima.
Alan se queda
sin palabras durante un par de segundos, pensando quizás...
- Alan...
¿estuviste en la quinta habitación? - le pregunto y él da media vuelta
- Tengo un
compromiso importante, debo irme - y se va sin explicar más, caminando con el
orgullo destrozado, pobre Alan.
Matt se encarga
de llevarse a Axel mientras Jane y yo nos dirigimos a la sala a descansar y
relajarnos un poco. Desmond va hacia el campo de entrenamiento, se le ve mucho
más serio de lo normal, me da miedo preguntar si todo está bien.
Después de una
larga charla con Jane, se queda dormida en el sofá. Yo sólo puedo mirar por la
ventana y pensar en Desmond... me preocupa. Es de noche, estoy cansada, pero...
me levanto decidida y me dirijo hacia el campo de entrenamiento, llego a la
puerta y me detengo un momento... ¿Y si no me gusta la respuesta que me dará?
¿Y si algo realmente malo le pasó en Ánester? Entonces se abre la puerta y
tengo a Desmond frente a mí, me mira sorprendido.
- Hola... ¿qué
haces aquí?
- Quería...
saber qué te pasa - volteo hacia el piso nerviosa - Me preocupas Desmond.
- Claire... hay...
algo de lo que necesitamos hablar.
- ¿Hablar? - me
siento aún más preocupada... ¿Por qué está actuando así?
Vamos a la sala
y nos sentamos frente a frente... y entonces.
- ¿Qué ocurre
Desmond?
- Es... algo que
sucedió en la tercera habitación.
- Dime ¿tiene
que ver con la chica? - agacha la cabeza y se queda en silencio unos segundos,
confundido.
- ¡Desmond! -
llamo su atención con lágrimas en mi rostro.
- Si... trato
de... buscar la mejor forma de explicártelo.
- ¿Fuiste tú
verdad? ¿Tú fuiste quien dejó escapar al guardián de quien Axel hablaba?
- ¡No! Aunque
desearía que así hubiese sido...
- ¿De qué hablas
Desmond? No comprendo.
- Tranquila...
relájate y déjame ser yo quien hable... te contaré... sostuve un combate muy
duro con esa mujer... pero cuando estaba a punto de acabar con ella... pude ver
su rostro sin la máscara que usó durante todo el combate, me quedé sin palabras
y entonces ella dijo algo que me trajo recuerdos... igual como sucedió con
nosotros... recuerdos que me dolieron al regresar a la realidad y verla
muriendo... ¡Ella era mi esposa, Claire!
Cubro mi boca
con mis manos y siento un nudo en la garganta cuando escucho eso... no lo podía
creer.
- Ella y yo...
teníamos una hija... y tras la explosión la perdimos... nos perdimos el uno al
otro. - su rostro es inexpresivo, pero no deja de mirarme a los ojos - Al final
la recuperé sólo para darme cuenta de que la había asesinado.
Las lágrimas
empiezan a correr por su rostro y me siento aún peor por pensar que la había
dejado escapar... fue algo peor lo que le sucedió... ¿Y dónde quedó yo ahora
para él? Debe pensar las cosas, no puede pensar en mi ahora... debo apoyarlo,
pero ya no seré de él... sigo sin palabras... ¿qué le digo?
- Desmond... -
levanta la mirada lentamente y lo abrazo con fuerza - Lo lamento tanto.
Me abraza
llorando ahora con más intensidad, me duele verlo así, pero yo nada puedo
hacer.
Despierto la
mañana siguiente en mi cama... ¿me quedé dormida mientras consolaba a Desmond?
Me levanto rápidamente y me dirijo a la sala, no hay nadie, voy al campo de
entrenamiento y veo a Matt entrenando, pero no veo a Desmond. Voy a su
habitación y toco la puerta, no hay respuesta, vuelvo a tocar y aparece Jane
detrás de mí.
- No lo
molestes. - me dice advirtiéndome.
- Él... ¿está
dormido? - pregunto sorprendida, siempre estaba entrenando a esta hora.
- Ha tenido unos
días difíciles.
- Ni te
imaginas.
- ¿Sucedió algo?
- No creo que
sea buena idea hablar de ello sin su consentimiento.
- ¿En serio? ¿Y
él está bien?
- No sabría
decirte... ¿has visto a Alan? - pregunto cambiando de tema.
- No... anoche
no volvió... vamos a desayunar.
- Si.
Acompaño a Jane
al comedor en lo que parece ser una tranquila mañana. No sabe que mi corazón está
destrozado y que el de Desmond está peor.
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Alan Razor
La ciudad está
tan desierta como la recuerdo, tomo el cuaderno que me dieron en Ánester con mi
mano derecha y lo quemo, ya no lo necesito más. Me aproximo al observatorio
desconcertado, el hombre que encontré siguiendo las instrucciones del cuaderno,
fue el mismo hombre que me derrotó y se fue sin más en Ánester... dice que
quiere entrenarme, que puede convertirme en alguien incluso más poderoso que
él, pero a cambio no debo hacer preguntas personales de ningún tipo... tenía
planeado decirle a los chicos que entrenáramos en distintas áreas del distrito,
quizá durante un par de meses, pero este hombre, que se hace llamar Strax, dice
que debemos entrenar durante tres años. Entonces así será. Llego al
observatorio y veo a Matt en la sala de control.
- Por fin
regresaste, me tenías preocupado, Alan.
- No debes
preocuparte, puedo defenderme solo.
- Claro... ¿está
todo bien?
- De hecho no,
reuniré a los demás, necesito hablarles de algo.
- ¿Te ayudo a
reunirlos?
- No, puedes
ayudarme con algo más.
- ¿Con qué?
- Dispositivos
de comunicación a larga distancia, a muy larga distancia... y si puedes, cinco
dispositivos que envíen una señal de auxilio a un comunicador en caso de
emergencia.
- De acuerdo, lo
tendré listo en menos de un día.
- Muy bien,
estaremos en la sala en un momento.
Me dirijo al
campo de entrenamiento y encuentro a Jane, Claire y Desmond, fue fácil
encontrarlos.
- Alan, volviste
al fin. - dice Jane.
- Si... y tengo
noticias, vengan a la sala de reuniones, tengo que hablarles de algo.
Llegamos a la
sala, ellos toman asiento y me paro frente a ellos.
- No le daré
muchas vueltas al asunto, todos en cierto punto nos las vimos un poco difíciles
en Ánester. Algunos estábamos confiados, algunos no estábamos preparados para
lo que enfrentaríamos, algunos pensamos que nuestro poder era suficiente...
pero hay cosas aún más poderosas que nosotros... esperando el momento de
atacar. Debemos adelantarnos y entrenar nuestras fuerzas, pero más nuestras
debilidades.
- ¿Sugieres que
entrenemos todos los días durante más tiempo? - pregunta Matt.
- No
realmente... sugiero que nos separemos durante tres años, que busquemos un
sitio donde podamos entrenar nuestras debilidades y mejorar aún más nuestras
habilidades. Si estamos cada quien por nuestra cuenta, habrá menos
distracciones.
- Concuerdo con
Alan. - responde Desmond - ¿Cuándo comenzamos?
- Encargué a
Matt unos dispositivos de comunicación y de llamada emergencia, si los termina
hoy, podemos partir mañana por la mañana.
- Me parece
bien. - responde Desmond
- ¿Qué opinan
los demás?
- Será bueno
entrenar en un entorno diferente. - responde Matt.
- Quizá sea lo
que necesito. - dice Claire mirando a Desmond, después a Jane.
- Debo entrenar
mi combate cuerpo a cuerpo. - responde Jane.
- Muy bien,
prepárense para un largo viaje... y un duro entrenamiento.
En la noche nos
reunimos en la sala de control para que Matt nos explique las funciones de los
dispositivos.
- Este es el
comunicador. - sostiene una especie de radio con una pantalla - Podemos usar
este botón para transmitir la señal, no es privado, lo que se comunique será
transmitido en los otros cuatro dispositivos. Y este. - nos muestra en sus
dedos un pequeño chip - Este es un chip rastreador, será activado a voluntad en
caso de emergencia, lamentablemente sólo pude hacer que transmitiera en un solo
dispositivo, así que en caso de una emergencia, quien lleve el aparato
rastreador avisará al resto del equipo, entonces nos reuniremos aquí para ir en
rescate de quien lo necesite.
- ¿Y quién
llevará el rastreador? - pregunta Claire preocupada - Debe llevarlo quien esté
en un entorno un poco más seguro.
- Yo lo llevaré.
- le digo confiado - Entrenaré con alguien que conocí ayer, dice que me ayudará
en mi entrenamiento, estaré seguro.
- Tiene sentido.
- responde Jane - Nosotros aún no sabemos en donde entrenaremos.
- Entonces está
decidido. - añade Matt para finalizar - Partiremos mañana por la mañana,
descansen mientras puedan, este entrenamiento debe ser intenso para lograr
resultados.
Me retiro a mi
habitación, todo está listo, procederé a dormir y mañana comienza el viaje.
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Henry Mattews
Es de día, aquí
comienza el viaje hacia un entrenamiento intensivo, ¿estoy preparado? ¿Qué
pasará con el observatorio? Será destrozado... nueve meses de construcción...
¿y así es como terminará? Supongo que es el precio a pagar... Me levanto de la
cama, dispuesto a preparar lo necesario para el viaje... esto no será fácil.
Estamos en la sala de reuniones, al parecer todos listos.
- Muy bien. -
tomo la iniciativa de hablar - Este es el comienzo de un nuevo viaje chicos,
les deseo lo mejor y sobre todo... no olviden como sobrevivir. - me detengo un
momento - Antes de irnos, quiero explicarles un poco las funciones del
comunicador y el chip rastreador que activarán como señal de auxilio. Los
comunicadores son fáciles de usar, sólo tienen un botón, necesitan recargarse
cuando se apagan solos, lo normal, en la pantalla se podrá ver a la persona que
esté hablando, además, en la esquina superior derecha se puede apreciar la
fecha, mientras que en la izquierda está la hora. No olviden la hora y fecha de
la reunión chicos, será a las 5:00 p.m. del día 7 de agosto del año 2055. En
cuanto al chip que les daré... pueden ponerlo en su radio, su mochila, en su
ropa... recomiendo llevarlo siempre con ustedes... no podemos saber en qué
clase de situación podríamos terminar... nadie es la excepción... así que
cuidado.
Todos se ven tan
callados, es todo tan raro, Desmond tan distanciado de Claire, Alan con la
seriedad de siempre y Jane tan inquieta... y yo me siento tan nervioso.
Entonces continúo.
- Los chips se
activan con un patrón de voz, una palabra o frase dicha por la persona a quien
pertenezca. Necesitaré grabar sus voces individualmente para que se activen,
les recomiendo usar una palabra o frase que no usen nunca, si pueden invéntenla
para evitar confusiones. Y nunca la olviden.
Voces grabadas,
despedidas hechas... todo listo al parecer, nos reunimos una última vez frente
al observatorio, todos están serios en una línea recta horizontal, mirando
hacía la misma dirección... me armo de valor y tomo la mano de Jane, quien
estaba a mi lado. Jane voltea con cara de sorpresa y entonces toma la mano de
Alan, quien aprovecha la situación para tomar la mano de Claire... ella dudosa
voltea a ver a Desmond... él sólo le sonríe levemente y le da su mano. Es una
escena un poco cursi, pero en mi defensa... ese no era mi plan.
Cada quien se
dirige a una dirección diferente, estamos por empezar un nuevo camino. En menos
de un minuto tras la separación, me decido a dar la vuelta y miro hacia el
observatorio. Tanto tiempo y esfuerzo dedicado a ese lugar y... ¿marcharme de
aquí? ¡Jamás! Me encuentro mirando firmemente hacia el observatorio ¡No lo
dejaré derrumbarse! ¡Será mi lugar de entrenamiento! ¡Será mi hogar!
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Elizabeth Claire
¿Hacia dónde me
dirijo ahora?
Hace poco más de
un mes desperté sin memoria de quien era tras un terrible accidente que despertó
poderes en mucha gente, incluyéndome, pero la gente con poderes también podía
ser una amenaza para todos, por suerte fui encontrada por un grupo de personas,
que a pesar de que dos de ellos llevaban poco de haberse integrado, hacían un
buen trabajo en equipo, allí conocí a un hombre que al mirarlo, despertó
recuerdos en mi... recuerdos de lo que sucedió antes del accidente, descubrimos
un pasado y decidimos construir un presente juntos... lamentablemente su pasado
lo persiguió hasta aquí, eso lo dejó devastado... decidimos dejar las cosas en
paz, de buena manera, no queríamos que nos afectara como equipo... tras una
misión muy peligrosa en la que por poco no salimos con vida en muchas
ocasiones, decidimos tomar un tiempo para entrenar individualmente, buscar
donde trabajar en nuestras fuerzas y debilidades, me encuentro vagando sin
rumbo... pero espero encontrar el lugar indicado.
La ciudad parece
un desierto, lo bueno es que volando puedo dejarla atrás con facilidad, me
aventuro hacía una ciudad distinta... ¿Qué podría salir mal? Llego a una ciudad
contigua, llamada Blestern. Avanzo a pie, esperando encontrar una pista... no
sé... de algún lugar en donde pueda entrenar mis poderes. Se hace de tarde,
empiezo a sentir hambre y pregunto en un local de comida. La señora que prepara
los alimentos, se ve amable.
- Buenas
tardes...
- Buenas tardes
señorita. - responde amablemente - ¿En qué puedo ayudarte?
- Disculpe... no
soy de por aquí y... no había tenido la oportunidad de... estar en una
ciudad... más o menos en orden y sin secuelas de destrucción.
- ¡Oh, ya veo! -
exclama con sorpresa - Supongo que buscarás donde comer y alojarte.
- Bueno... si...
pero me preguntaba... ¿qué usan para
pagar?
- Mira, no
quisiera complicarte la estadía en esta ciudad, ¿esperas estar mucho tiempo
aquí?
- Quizás unos
días... depende mucho de sí encuentro un lugar donde... entrenar mis poderes.
- Entonces, ¿también
tienes poderes?
- ¡Si! ¿Conoce
más gente con poderes?
- Claro, hay
mucha gente con poderes por aquí, ellos defienden la ciudad y logran que se
mantenga en orden, toma. - me da lo que parece ser un papel y empieza a anotar
una dirección - Ve aquí y podrás encontrar el lugar de entrenamiento, ¿gustas
algo de comer? - pregunta amablemente - Pareces hambrienta.
- Me encantaría,
pero no tengo como pagarle.
- No te
preocupes, va por mi cuenta, en cuanto a hospedaje, tengo una habitación de
sobra, puedes usarla si gustas.
- ¿De verdad?
- ¡Claro! -
responde con una gran sonrisa.
- Que amable...
en serio, no sé cómo agradecerle.
- Acepta mi
comida y estaré lo suficientemente agradecida.
- De acuerdo. -
respondo sonriente.
Después de comer
y conocer a la señora, me preparo para dirigirme hacia el lugar de
entrenamiento. La gente con poderes aquí son conocidos como héroes... ¡Que
emoción! Recorro las calles de la ciudad a pie, se ven tan conservadas. Llego
hacia lo que parece una fortaleza sin techo, es realmente amplia, me recuerda a
la guarida de McGilinstor en Ánester. Estoy lista para entrar... nerviosa, pero
es lo que necesito para ser más fuerte.
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