La Furia de los Mutantes: Capítulo 7 - Volveremos a encontrarnos

Sábado de mutantes :3 con el séptimo capítulo de "La Furia de los Mutantes", disfruten su lectura :)



VOLVEREMOS A ENCONTRARNOS

Elizabeth Claire

No tardamos en llegar al observatorio, el camino fue silencioso, todos estuvimos muy pensativos ahí, quizá no fui el único que la pasó mal en Ánester. Bajamos del auto y sacamos a Axel.

- Esto puede ser considerado un secuestro. - dice Axel esperando que lo soltemos.
- Sería secuestro si alguien se preocupara por rescatarte. - responde Desmond con tono serio.
- Te recuerdo que dejaron escapar a uno de mis guardianes, ni siquiera pudieron derrotarlo, yo sé quién fue el inútil que no pudo contra él.
- Quien haya sido, ese tipo tuvo suerte de no enfrentarse a mí. - responde Desmond amenazándolo - Y tú tienes suerte de que no quiera tu cadáver cerca de mí.
- No tendrás el cadáver de nadie cerca, Desmond. - responde Alan rápidamente.
- Eso es algo que no puedes evitar, Alan.
- No somos un equipo de asesinos.
- Pero intentamos sobrevivir.
- Sobrevivir no es lo mismo que matar a otras personas.
- Son mutantes que nos matarían si tuvieran la oportunidad.
- Y tú te rebajas a su nivel.
- Si de niveles se trata, entonces soy un mutante Alan y tú lo sabes.
- No aceptaré mutantes asesinos en este equipo.
- No puedes decidir quién se queda y quien se va... dime Alan... ¿En qué habitación luchaste?

Alan se queda pasmado, tarda unos segundos en responder.

- ¿Por qué es importante eso?
- Porque Jane la pasó mal en la primera habitación y llegó bañada en sangre para decirme que Matt destrozó a un monstruo en la segunda, en la cuarta habitación encontré un agujero en el piso lleno de magia y un cadáver flotante, en la quinta habitación no encontré nada, acabé con el tipo que recuperaba la conciencia en la sexta habitación preguntando por Claire y todos sabemos que pasó en la séptima.

Alan se queda sin palabras durante un par de segundos, pensando quizás...

- Alan... ¿estuviste en la quinta habitación? - le pregunto y él da media vuelta
- Tengo un compromiso importante, debo irme - y se va sin explicar más, caminando con el orgullo destrozado, pobre Alan.

Matt se encarga de llevarse a Axel mientras Jane y yo nos dirigimos a la sala a descansar y relajarnos un poco. Desmond va hacia el campo de entrenamiento, se le ve mucho más serio de lo normal, me da miedo preguntar si todo está bien.

Después de una larga charla con Jane, se queda dormida en el sofá. Yo sólo puedo mirar por la ventana y pensar en Desmond... me preocupa. Es de noche, estoy cansada, pero... me levanto decidida y me dirijo hacia el campo de entrenamiento, llego a la puerta y me detengo un momento... ¿Y si no me gusta la respuesta que me dará? ¿Y si algo realmente malo le pasó en Ánester? Entonces se abre la puerta y tengo a Desmond frente a mí, me mira sorprendido.

- Hola... ¿qué haces aquí?
- Quería... saber qué te pasa - volteo hacia el piso nerviosa - Me preocupas Desmond.
- Claire... hay... algo de lo que necesitamos hablar.
- ¿Hablar? - me siento aún más preocupada... ¿Por qué está actuando así?

Vamos a la sala y nos sentamos frente a frente... y entonces.

- ¿Qué ocurre Desmond?
- Es... algo que sucedió en la tercera habitación.
- Dime ¿tiene que ver con la chica? - agacha la cabeza y se queda en silencio unos segundos, confundido.
- ¡Desmond! - llamo su atención con lágrimas en mi rostro.
- Si... trato de... buscar la mejor forma de explicártelo.
- ¿Fuiste tú verdad? ¿Tú fuiste quien dejó escapar al guardián de quien Axel hablaba?
- ¡No! Aunque desearía que así hubiese sido...
- ¿De qué hablas Desmond? No comprendo.
- Tranquila... relájate y déjame ser yo quien hable... te contaré... sostuve un combate muy duro con esa mujer... pero cuando estaba a punto de acabar con ella... pude ver su rostro sin la máscara que usó durante todo el combate, me quedé sin palabras y entonces ella dijo algo que me trajo recuerdos... igual como sucedió con nosotros... recuerdos que me dolieron al regresar a la realidad y verla muriendo... ¡Ella era mi esposa, Claire!

Cubro mi boca con mis manos y siento un nudo en la garganta cuando escucho eso... no lo podía creer.

- Ella y yo... teníamos una hija... y tras la explosión la perdimos... nos perdimos el uno al otro. - su rostro es inexpresivo, pero no deja de mirarme a los ojos - Al final la recuperé sólo para darme cuenta de que la había asesinado.

Las lágrimas empiezan a correr por su rostro y me siento aún peor por pensar que la había dejado escapar... fue algo peor lo que le sucedió... ¿Y dónde quedó yo ahora para él? Debe pensar las cosas, no puede pensar en mi ahora... debo apoyarlo, pero ya no seré de él... sigo sin palabras... ¿qué le digo?

- Desmond... - levanta la mirada lentamente y lo abrazo con fuerza - Lo lamento tanto.

Me abraza llorando ahora con más intensidad, me duele verlo así, pero yo nada puedo hacer.

Despierto la mañana siguiente en mi cama... ¿me quedé dormida mientras consolaba a Desmond? Me levanto rápidamente y me dirijo a la sala, no hay nadie, voy al campo de entrenamiento y veo a Matt entrenando, pero no veo a Desmond. Voy a su habitación y toco la puerta, no hay respuesta, vuelvo a tocar y aparece Jane detrás de mí.

- No lo molestes. - me dice advirtiéndome.
- Él... ¿está dormido? - pregunto sorprendida, siempre estaba entrenando a esta hora.
- Ha tenido unos días difíciles.
- Ni te imaginas.
- ¿Sucedió algo?
- No creo que sea buena idea hablar de ello sin su consentimiento.
- ¿En serio? ¿Y él está bien?
- No sabría decirte... ¿has visto a Alan? - pregunto cambiando de tema.
- No... anoche no volvió... vamos a desayunar.
- Si.

Acompaño a Jane al comedor en lo que parece ser una tranquila mañana. No sabe que mi corazón está destrozado y que el de Desmond está peor.
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Alan Razor

La ciudad está tan desierta como la recuerdo, tomo el cuaderno que me dieron en Ánester con mi mano derecha y lo quemo, ya no lo necesito más. Me aproximo al observatorio desconcertado, el hombre que encontré siguiendo las instrucciones del cuaderno, fue el mismo hombre que me derrotó y se fue sin más en Ánester... dice que quiere entrenarme, que puede convertirme en alguien incluso más poderoso que él, pero a cambio no debo hacer preguntas personales de ningún tipo... tenía planeado decirle a los chicos que entrenáramos en distintas áreas del distrito, quizá durante un par de meses, pero este hombre, que se hace llamar Strax, dice que debemos entrenar durante tres años. Entonces así será. Llego al observatorio y veo a Matt en la sala de control.

- Por fin regresaste, me tenías preocupado, Alan.
- No debes preocuparte, puedo defenderme solo.
- Claro... ¿está todo bien?
- De hecho no, reuniré a los demás, necesito hablarles de algo.
- ¿Te ayudo a reunirlos?
- No, puedes ayudarme con algo más.
- ¿Con qué?
- Dispositivos de comunicación a larga distancia, a muy larga distancia... y si puedes, cinco dispositivos que envíen una señal de auxilio a un comunicador en caso de emergencia.
- De acuerdo, lo tendré listo en menos de un día.
- Muy bien, estaremos en la sala en un momento.

Me dirijo al campo de entrenamiento y encuentro a Jane, Claire y Desmond, fue fácil encontrarlos.

- Alan, volviste al fin. - dice Jane.
- Si... y tengo noticias, vengan a la sala de reuniones, tengo que hablarles de algo.

Llegamos a la sala, ellos toman asiento y me paro frente a ellos.

- No le daré muchas vueltas al asunto, todos en cierto punto nos las vimos un poco difíciles en Ánester. Algunos estábamos confiados, algunos no estábamos preparados para lo que enfrentaríamos, algunos pensamos que nuestro poder era suficiente... pero hay cosas aún más poderosas que nosotros... esperando el momento de atacar. Debemos adelantarnos y entrenar nuestras fuerzas, pero más nuestras debilidades.
- ¿Sugieres que entrenemos todos los días durante más tiempo? - pregunta Matt.
- No realmente... sugiero que nos separemos durante tres años, que busquemos un sitio donde podamos entrenar nuestras debilidades y mejorar aún más nuestras habilidades. Si estamos cada quien por nuestra cuenta, habrá menos distracciones.
- Concuerdo con Alan. - responde Desmond - ¿Cuándo comenzamos?
- Encargué a Matt unos dispositivos de comunicación y de llamada emergencia, si los termina hoy, podemos partir mañana por la mañana.
- Me parece bien. - responde Desmond
- ¿Qué opinan los demás?
- Será bueno entrenar en un entorno diferente. - responde Matt.
- Quizá sea lo que necesito. - dice Claire mirando a Desmond, después a Jane.
- Debo entrenar mi combate cuerpo a cuerpo. - responde Jane.
- Muy bien, prepárense para un largo viaje... y un duro entrenamiento.

En la noche nos reunimos en la sala de control para que Matt nos explique las funciones de los dispositivos.

- Este es el comunicador. - sostiene una especie de radio con una pantalla - Podemos usar este botón para transmitir la señal, no es privado, lo que se comunique será transmitido en los otros cuatro dispositivos. Y este. - nos muestra en sus dedos un pequeño chip - Este es un chip rastreador, será activado a voluntad en caso de emergencia, lamentablemente sólo pude hacer que transmitiera en un solo dispositivo, así que en caso de una emergencia, quien lleve el aparato rastreador avisará al resto del equipo, entonces nos reuniremos aquí para ir en rescate de quien lo necesite.
- ¿Y quién llevará el rastreador? - pregunta Claire preocupada - Debe llevarlo quien esté en un entorno un poco más seguro.
- Yo lo llevaré. - le digo confiado - Entrenaré con alguien que conocí ayer, dice que me ayudará en mi entrenamiento, estaré seguro.
- Tiene sentido. - responde Jane - Nosotros aún no sabemos en donde entrenaremos.
- Entonces está decidido. - añade Matt para finalizar - Partiremos mañana por la mañana, descansen mientras puedan, este entrenamiento debe ser intenso para lograr resultados.

Me retiro a mi habitación, todo está listo, procederé a dormir y mañana comienza el viaje.
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Henry Mattews

Es de día, aquí comienza el viaje hacia un entrenamiento intensivo, ¿estoy preparado? ¿Qué pasará con el observatorio? Será destrozado... nueve meses de construcción... ¿y así es como terminará? Supongo que es el precio a pagar... Me levanto de la cama, dispuesto a preparar lo necesario para el viaje... esto no será fácil. Estamos en la sala de reuniones, al parecer todos listos.

- Muy bien. - tomo la iniciativa de hablar - Este es el comienzo de un nuevo viaje chicos, les deseo lo mejor y sobre todo... no olviden como sobrevivir. - me detengo un momento - Antes de irnos, quiero explicarles un poco las funciones del comunicador y el chip rastreador que activarán como señal de auxilio. Los comunicadores son fáciles de usar, sólo tienen un botón, necesitan recargarse cuando se apagan solos, lo normal, en la pantalla se podrá ver a la persona que esté hablando, además, en la esquina superior derecha se puede apreciar la fecha, mientras que en la izquierda está la hora. No olviden la hora y fecha de la reunión chicos, será a las 5:00 p.m. del día 7 de agosto del año 2055. En cuanto al chip que les daré... pueden ponerlo en su radio, su mochila, en su ropa... recomiendo llevarlo siempre con ustedes... no podemos saber en qué clase de situación podríamos terminar... nadie es la excepción... así que cuidado.

Todos se ven tan callados, es todo tan raro, Desmond tan distanciado de Claire, Alan con la seriedad de siempre y Jane tan inquieta... y yo me siento tan nervioso. Entonces continúo.

- Los chips se activan con un patrón de voz, una palabra o frase dicha por la persona a quien pertenezca. Necesitaré grabar sus voces individualmente para que se activen, les recomiendo usar una palabra o frase que no usen nunca, si pueden invéntenla para evitar confusiones. Y nunca la olviden.

Voces grabadas, despedidas hechas... todo listo al parecer, nos reunimos una última vez frente al observatorio, todos están serios en una línea recta horizontal, mirando hacía la misma dirección... me armo de valor y tomo la mano de Jane, quien estaba a mi lado. Jane voltea con cara de sorpresa y entonces toma la mano de Alan, quien aprovecha la situación para tomar la mano de Claire... ella dudosa voltea a ver a Desmond... él sólo le sonríe levemente y le da su mano. Es una escena un poco cursi, pero en mi defensa... ese no era mi plan.

Cada quien se dirige a una dirección diferente, estamos por empezar un nuevo camino. En menos de un minuto tras la separación, me decido a dar la vuelta y miro hacia el observatorio. Tanto tiempo y esfuerzo dedicado a ese lugar y... ¿marcharme de aquí? ¡Jamás! Me encuentro mirando firmemente hacia el observatorio ¡No lo dejaré derrumbarse! ¡Será mi lugar de entrenamiento! ¡Será mi hogar!
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Elizabeth Claire

¿Hacia dónde me dirijo ahora?

Hace poco más de un mes desperté sin memoria de quien era tras un terrible accidente que despertó poderes en mucha gente, incluyéndome, pero la gente con poderes también podía ser una amenaza para todos, por suerte fui encontrada por un grupo de personas, que a pesar de que dos de ellos llevaban poco de haberse integrado, hacían un buen trabajo en equipo, allí conocí a un hombre que al mirarlo, despertó recuerdos en mi... recuerdos de lo que sucedió antes del accidente, descubrimos un pasado y decidimos construir un presente juntos... lamentablemente su pasado lo persiguió hasta aquí, eso lo dejó devastado... decidimos dejar las cosas en paz, de buena manera, no queríamos que nos afectara como equipo... tras una misión muy peligrosa en la que por poco no salimos con vida en muchas ocasiones, decidimos tomar un tiempo para entrenar individualmente, buscar donde trabajar en nuestras fuerzas y debilidades, me encuentro vagando sin rumbo... pero espero encontrar el lugar indicado.

La ciudad parece un desierto, lo bueno es que volando puedo dejarla atrás con facilidad, me aventuro hacía una ciudad distinta... ¿Qué podría salir mal? Llego a una ciudad contigua, llamada Blestern. Avanzo a pie, esperando encontrar una pista... no sé... de algún lugar en donde pueda entrenar mis poderes. Se hace de tarde, empiezo a sentir hambre y pregunto en un local de comida. La señora que prepara los alimentos, se ve amable.

- Buenas tardes...
- Buenas tardes señorita. - responde amablemente - ¿En qué puedo ayudarte?
- Disculpe... no soy de por aquí y... no había tenido la oportunidad de... estar en una ciudad... más o menos en orden y sin secuelas de destrucción.
- ¡Oh, ya veo! - exclama con sorpresa - Supongo que buscarás donde comer y alojarte.
- Bueno... si... pero me preguntaba...  ¿qué usan para pagar?
- Mira, no quisiera complicarte la estadía en esta ciudad, ¿esperas estar mucho tiempo aquí?
- Quizás unos días... depende mucho de sí encuentro un lugar donde... entrenar mis poderes.
- Entonces, ¿también tienes poderes?
- ¡Si! ¿Conoce más gente con poderes?
- Claro, hay mucha gente con poderes por aquí, ellos defienden la ciudad y logran que se mantenga en orden, toma. - me da lo que parece ser un papel y empieza a anotar una dirección - Ve aquí y podrás encontrar el lugar de entrenamiento, ¿gustas algo de comer? - pregunta amablemente - Pareces hambrienta.
- Me encantaría, pero no tengo como pagarle.
- No te preocupes, va por mi cuenta, en cuanto a hospedaje, tengo una habitación de sobra, puedes usarla si gustas.
- ¿De verdad?
- ¡Claro! - responde con una gran sonrisa.
- Que amable... en serio, no sé cómo agradecerle.
- Acepta mi comida y estaré lo suficientemente agradecida.
- De acuerdo. - respondo sonriente.


Después de comer y conocer a la señora, me preparo para dirigirme hacia el lugar de entrenamiento. La gente con poderes aquí son conocidos como héroes... ¡Que emoción! Recorro las calles de la ciudad a pie, se ven tan conservadas. Llego hacia lo que parece una fortaleza sin techo, es realmente amplia, me recuerda a la guarida de McGilinstor en Ánester. Estoy lista para entrar... nerviosa, pero es lo que necesito para ser más fuerte.





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