Las Joyas del Mundo: Capítulo 5 - Elfos

Muy buenas a todos, les traigo el quinto capítulo titulado "Elfos", con este empiezo el volumen dos de mi historia en el cual se llevaran acabo varios sucesos que según yo podrían ser interesantes xD.
Bueno, sin más los dejo con una feliz lectura :3


CAPÍTULO 5: ELFOS

Parte 1

El mar de Sagara, este océano es conocido por llevar a los que se atreven a surcarlo al fin del mundo o eso es lo que dicen, hasta ahora no existe nadie que haya sido capaz de encontrar alguna forma de vida al otro lado de estas aguas, la razón era por la gran cantidad de corrientes marinas que impedían que cualquier nave lograse surcar tranquilamente por este mar y la mayor parte de los que lo intentaban eran hundidos por tormentas y animales que los atacaban.
Y en este mismo momento tres chicos surcaban aquellas aguas en una balsa que apenas les dejaba el espacio suficiente para que pudiesen dormir a gusto.
Hotaru, Iohei y Hogo seguían el consejo, o mejor dicho la predicción que miro Astrid la vidente, “Encontraran algo preciado si se dirigen al oeste”.
¿Pero qué tan al oeste deberían ir?
¿Tal vez se pasaron de donde debían llegar?
Pero eso no pasó por ningún momento por la mente del mercenario.
- ¿Qué haremos?- Dijo la temerosa princesa.
- Solo debemos seguir la brújula- Le respondió calmadamente el mercenario.
La princesa asintió, pero era notorio que sus fuerzas estaban al límite.
Desde que partieron de Bandara habían pasado alrededor de 4 días, los suministros que Kuuno y su abuelo les dieron se habían terminado esta mañana, por lo que los ánimos no eran los mejores.
- ¿Me pregunto qué tan lejos llegaremos?- Dijo Hogo mientras tenía su mirada perdida en el horizonte.
- Eso no te....-
Iohei fue interrumpido, de la nada una densa niebla comenzó a cubrir el área, esto no había pasado antes por lo que preocupó a los raudos navegantes.
Pero la niebla paso a segundo plano en un instante.
Algo se acercaba, o eso era lo que se podía inferir, una sombra podía verse, una sombra tan enorme que si llegase a pasar a un lado del pequeño bote lo voltearía solo con las olas que este provocaría.
La enorme sombra se acercaba más y más hacia la pequeña balsa, hasta que fue posible distinguir lo que era.
Una enorme embarcación en el que fácilmente cabrían 300 personas se mostró en el mar.
Desde semejante monstruosidad se podían distinguir distintos tipos de gritos.
- ...-
Hogo fue el primero en moverse, el chico empuñó su preciada lanza listo para atacar si fuese necesario.
Entonces alguien se podía ver desde la nave, una persona o eso era lo que se pensaría normalmente.
Pero este tipo tenía ciertas diferencias en comparación con los tres muchachos.
Sus orejas eran pequeñas pero terminaban en punta, tenía una gran musculatura que era anormal para cualquier persona y lo más llamativo y raro era su piel, este no era del color normal, su tono era verdoso, como si estuviese cubierto de algas.
Ellos no eran humanos.
- ¡¡¿Qué...- Exclamo la chica sin poder terminar la pregunta.
- Son verdes- Escupió el mercenario.
- Estoy seguro que Ojou-sama debió haber escuchado de ellos... son onis, una raza famosa por su malicia y violencia, dicen que a donde quiera que vayan provocarán destrozos y asesinatos-
Entonces el chico de cabellera rubia apretó su puño listo para defender la vida de su preciada amiga de la infancia.
Hotaru rápidamente se escondió tras Iohei temblorosa.
- Mire jefe- Comenzó a hablar el tipo mirando hacia los tres humanos. - La marea nos trajo un regalo-
Entonces otro Oni se acercó, él era enorme, debía medir más de dos metros, su cabello era de color blanco, usaba una polera demasiado holgada para él y en su cuello una enorme cadena que tenía una medalla con forma de una letra O, no parecía tan bárbaro como lo describía el caballero, pero aun así se podía notar que aquel que lo llamó lo trataba con respeto.
Entonces Hogo flectó sus rodillas listo para lanzarse al ataque pero fue detenido por Iohei.
- ¿A qué le temen? Ellos no nos han hecho nada.
- ¿Acaso eres idiota?- Exclamo Hogo. - Los oni son conocidos por atacar a los débiles y saquear sus aldeas, obviamente nos atacarán si no hacemos nada-
- Él tiene razón- Asintió Hotaru sin soltar al mercenario.
- Discriminar a alguien por acciones que cometen otros no es justo- Debate el mercenario.
El que aparentemente era jefe de los onis miro fijamente lo que dijo aquel diminuto humano sin poder evitar esbozar una sonrisa.
- Me caes bien mocoso, me gusta la gente que no se deja llevar por las apariencias ¿A dónde se dirigen? -
- Solo sabemos que debemos ir al oeste- Respondió Iohei despreocupado.
- Maldito idiota deja de actuar tan amigables con ellos- Dijo el caballero.
- Si van al oeste- El jefe oni apuntó con su pulgar al gran barco. - Nosotros podemos llevarlos, me cayeron bien, vamos suban-
- Gracias oni-san- Le dijo la princesa contenta por la oferta.
- O-Ojou-sama, hace un momento estaba temblando de miedo-
- Pero Iohei-kun dice que no debemos temerles- Exclamó feliz con una gran sonrisa. - ¿Cierto, Iohei-kun?-
- Si- Asintió el mercenario.
- ¿Por qué hace todo lo que dice este idiota?- Reclamó el caballero. - No, olvídelo- Dice al saber que nada la hará cambiar de opinión.
- Entonces les tomare la palabra-
Y sin previo aviso una voz interrumpe la nueva amistad que se estaba formando.
- ¿Qué están haciendo?-
Era un pequeño hombre que no media más de un metro, este tipo estaba montado en un raro pájaro, este que no pertenecía a ninguna de las especies existentes, el hombre sostenía un libro con un raro símbolo de una estrella que era casi tan grande como él, él tenía una capa y el cuello ocultaba la mitad de su rostro, su cabello color azul resaltaba y en su oreja izquierda dos aretes que lo hacían lucir más adulto.
- Es de sentido común que los humanos deben alejarse de los oni-
El raro hombrecito comenzó a hojear el gran libro y pronunció un raro conjuro, de la nada una serpiente gigante apareció en el cielo, esta era el doble de grande comparada a la gran embarcación de los onis, el reptil cayó al mar y provocó una gran cantidad de enormes olas.
- Descuiden onis, yo haré su trabajo y matare a estos humanos-
Uno de los onis se acercó a ver que causaba tanto alboroto, este tenía un aspecto bastante raro, su cabeza era calva y en la punta un mohicano color rojo atraía la atención, usaba una chaqueta negra con puntas en sus hombros y mangas, y en su espalda llevaba colgada una guitarra color roja.
Al ver que el raro hombrecito que volaba encima de un ave los atacaba estaba listo para defender el enorme barco, pero el jefe lo detuvo con una seña y entonces es él quien se lanzó al ataque.
En un abrir y cerrar de ojos el jefe de los onis apareció al frente del raro hombrecito en el cielo y preparado para lanzar su puño contra su cara es detenido por otra invocación de este, una cosa como gelatina blanca freno el puño del corpulento oni, una onda expansiva se dispersó a su alrededor.
Mientras la pequeña balsa se balanceaba por las grandes olas que provocó la serpiente, Iohei y Hogo no podían hacer nada ya que aún estaban heridos por la pelea que tuvieron con Koga.
La enorme serpiente tenía como objetivo acabar con los tres humanos y se lanzó hacia la pequeña balsa, la serpiente rozó la proa rompiéndola y los tres muchachos cayeron al mar y fueron arrastrados por las olas que continuaban formándose sin fin.
El jefe oni al notar que su fuerte golpe no fue suficiente para romper la defensa de la rara gelatina blanca decidió volver a la embarcación con la misma velocidad con la que salto al cielo.
El raro hombrecito dijo.
- Ya terminé con mi objetivo, mis asuntos no son con ustedes, onis- Y rápidamente se desvaneció en el aire hasta desaparecer por completo.
Uno de los subordinados oni le dijo al jefe.
-Jefe los humanos que quería ayudar han sido hundidos, no hay rastro de ellos-
El jefe se apoyó en el borde y balbuceo desanimado.
- Que mala suerte, quería que ese mocoso de negro se uniera a nosotros- Se cruzó de manos y continuó. - Es una pena, tal parece que no nació bajo la estrella de la suerte.

Parte 2

Cierta chica caminaba por la bahía, con sus pies descalzos en el mar andaba sin rumbo para dirigirse a cierto lugar al que iba este día cada año, ella llevaba un ramo de flores rojas.
Entonces, mientras miraba la hermosa vista del océano que era iluminado por la luz del sol que salía para brindarles un nuevo día se percató que algo fuera de lo normal.
La muchacha distinguió tres personas que estaban tumbadas en la arena, entonces sin pensarlo se apresuró hacia ellos para poder ayudarles.
Primero se dirigió hacia el muchacho de negro, una extraña esfera color celeste rodeó sus manos, ella comenzó a frotar sus manos en el cuerpo del chico, pero de pronto notó algo y exaltada se alejó del chico de negro, arrojó su ramo de flores y corrió a esconderse tras el único árbol que crecía en la arena cerca al mar.
Una sensación de calma invadió a Iohei que poco a poco comenzaba a abrir los ojos, miró a su  alrededor y se dio cuenta de que Hotaru y Hogo estaban inconscientes.
Entonces el chico recordó lo que les había pasado antes de que su bote se volteara.
Iohei notó que a su lado caminaba un cangrejo ermitaño, lo tomó y se lo lanzó a la cabeza del caballero provocando que este despertara.
- Maldito… tú… te mataré- Gritó el caballero.
- Cállate y despierta a la mocosa, al parecer ya no se mueve-
- ¿Ehh...? Ojou-sama, Ojou-sama-
- ¿Por qué no le haces respiración boca a boca?- Sugiere el mercenario.
- Ehh… pero yo no- Su cara se sonrojó por la idea. - No puedo hacerle eso a Ojou-sama-
- Si no lo haces tú lo haré yo- Lo molesta Iohei.
Los oídos de la princesa captan las palabras “yo”, “respiración boca a boca” por lo que decide seguir con los ojos cerrados para aprovechar la oportunidad y besar l muchacho, cuando siente que este se estaba aproximando lo abrazó del cuello, abre los ojos y exclamó.
-  Te quieroooooo -

Pero el que estaba al frente no era el mercenario sino que era el caballero quien estaba preparado para juntar sus labios con la princesa.

- ¿Hogo? ¿Qué estás haciendo?- El caballero no sabía cómo responderle, mientras Iohei estaba aguantando sus risas.
Pero algo llamo la atención de Iohei, unas flores rojas estaban tiradas a su lado, miró alrededor para encontrar el origen del raro objeto que no coincidía con el ambiente y notó que en el árbol más próximo sobresalían unas extrañas puntas por ambos lados.
Hotaru y Hogo notaron que el mercenario se dirigía al árbol y decidieron mirar que ocurría, Iohei llego al árbol en completo silencio y notó a una chica de cabello celeste, ella tenía una flor roja en su cabello y lo más sorprendente de todo eran sus orejas que eran extremadamente largas, el mercenario apuntó el ramo de flores y le pregunto.
- ¿Son tuyas?-
- ¡¡¡¿¿Ehhh…??!!!- La chica de orejas largas se sorprendió por la pregunta y salió corriendo desesperadamente, pero al no ver a donde se dirigía impacto su cara con otro árbol que se encontraba a unos metros y cayó al suelo inconsciente.
Los tres jóvenes se miraron confundidos y notaron que a lo lejos se lograba ver un  enorme árbol, este era tan grande que no se podía ver la copa, su tronco era extremadamente grueso, si alguien decidiera talarlo no se sabría cuántos siglos tardaría en hacerlo, entonces decidieron ir hacia haya con el pensamiento que de camino podrían encontrar un pueblo en el que puedan saber en qué lugar están.
Iohei tomó a la chica, la cargó en su espalda y los cuatro se dirigieron al raro árbol.
Después de caminar un rato llegaron a un pueblo que se ubicaba afueras de un vasto bosque, este pueblo era normal, sus casas y plazas no eran nada que llamaran la atención, lo más raro eran sus habitantes, cada uno de ellos tenían sus par de orejas extrañamente largas  finalizando en puntas.
- Así que son reales- Soltó el caballero.
- ¿Reales?- Dijeron la chica y el mercenario al mismo tiempo.
- Si, se dice que existen unas criaturas que encajan con lo que estamos viendo ahora mismo, los elfos son criaturas expertas en el manejo de la magia-
- ¿Magia, acaso es real?-
Y con eso se terminó la pequeña charla, un incómodo silencio se tornó, pero no fue por parte de los tres chicos.
Los pueblerinos se alejaban de los tres jóvenes y hablaban entre ellos de forma muy sospechosa, pero ellos simplemente lo ignoraron.
Mientras la chica en la espalda de Iohei permanecía inconsciente una leve sonrisa se podía notar en su cara, la chica de largas orejas tenía un reconfortante recuerdo, un recuerdo de cuando era una niña.
- ¿Ya despertaste Erunalvórima-chan?
Dijo una hermosa mujer quien llevaba cargando en su espalda a una pequeña niña de aproximadamente 8 años, por el lugar en el que estaba la pequeña niña era incapaz de verle el rostro, pero la pequeña no necesitaba verlo, ella la abrazo firmemente, con el afecto que se le tiene a la persona más querida para ella.
- Mamá, tu espalda es muy cálida, me gusta ir en ella-
- Me alegra que te guste ser cargada por tu madre-
La chica que estaba volviendo en si se dio cuenta que era cargada de la misma forma en la que recordaba, ella con ambas manos agarró la espalda en la que era cargada y la afirmó firmemente.
- Me alegra volver a sentir este sentimiento… Madre-
Iohei siendo el único que escucho ese comentario le preguntó en voz baja.
- ¿Madre?-
La chica sorprendida se dio cuenta que está siendo cargada en la espalda de aquel tipo de vestimentas negras, ella comenzó a gritar y a golpear desesperadamente al muchacho.
- ¡¡¡¡Suéltame, suéltame, suéltame!!!!-
-  Oye que estas….- Reclamó Iohei mientras Hotaru y Hogo los miraban sin entender nada.
Luego de un momento a otro fueron rodeados y apuntados con ballestas, lanzas y demás armas, aparentemente eran guardias ya que llevaban el mismo uniforme.
- Como se atreven a apuntar con sus armas a Ojou-sama- Dijo furioso el caballero mientras empuña su lanza.
- No lo hagas, Hogo- Dijo la princesa.
- Dejen a Erunalvórima-sama en paz ¿Qué es lo que humanos como ustedes hacen en este lugar? Tipos como ustedes no son bienvenidos- Dijo uno de los guardias.
Los tres fueron esposados y llevados a las mazmorras en un edificio que estaba apartado del pueblo.


Parte 3

Un par de horas pasaron desde que fueron encerrados en un calabozo a las afueras del pueblo elfo.
- Maldición ¿Qué fue lo que hicimos?- Reclamo el caballero. - Si tan solo Ojou-sama no me hubiera detenido yo…-
- Acaso eres idiota- Interrumpió el mercenario. - ¿No viste como nos miraban? Claramente nos estaban evitando-
- Si, yo también lo note, ellos nos tenían miedo- Dijo la princesa algo triste.
Paso otro rato sin que ninguno dijera alguna palabra.
- ¿Y cómo saldremos de aquí? Iohei-kun-
Iohei comenzó a mirar la única ventana que se encuentra en la celda, esta estaba tan alta que estaba  fuera del alcance de los prisioneros.
- Esa ventana, oigo a las palomas, debemos estar cerca del mar-
- Si pudiéramos romper este muro- El caballero dice mientras golpeaba la pared con su puño.
- Pero sus armas fueron confiscadas ¿Acaso planean dejarlas?- Murmura Hotaru.
- Ya nos preocuparemos de eso cuando salgamos de aquí- Dijo Iohei. - Oye tú, crees poder ser capaz de ayudarme a romper esto- Le dice al caballero mientras apuntaba el muro.
- Claro que si estúpido lagarto-
Los dos hombres se prepararon y a la vez se lanzaron hacia la pared, ambos dieron una fuerte patada provocando que esta se rompiera, dejando un gran agujero en el que los tres podrían salir sin ningún problema.
- Lo lograron- Grito Hotaru emocionada.
- ¡¿Qué fue eso?!- Gritó uno de los guardias.
- No hay tiempo, salgamos de aquí Ojou-sama-
Los tres se lanzaron por el agujero y se dirigieron al exterior, pero hubo un punto que no tomaron en cuenta, efectivamente la ventana daba al mar pero la altura era aproximadamente de 100 metros. Los tres jóvenes comenzaron a caer.
- ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!- Gritó desesperadamente la princesa.
- ¡¡¡Ojou-sama!!!- Hogo intentó tomar la mano de Hotaru. -  Tome mi man…-
Pero el joven de cabellera rubia fue interrumpido por el pie del mercenario, él utilizo el rostro del caballero como trampolín para saltar en el aire y tomó a la princesa en brazos.
- Te tengo-
- Muchas gracias, Iohei-kun-
El caballero cayó de cabeza quedando enterrado en la arena mientras que Iohei aterrizó suavemente de pie sosteniendo en sus brazos a la princesa.
- Gegreesgeegtagghauf- Rugió el chico que tenía su rostro lleno de arena.
- Así que lograste salir con vida, por cierto no entiendo lo que dices-
El lugar en el que se encuentran es similar al lugar por donde llegaron pero una gran fila de rocas rodeaba el mar por lo que no podrían salir por ahí.
Ellos no lo sabían pero ese lugar era conocido como la cadena del fin del mundo.
- Por ahora necesitamos descubrir donde estamos- Sugirió Hotaru.
- También debo recuperar mi espada-
- ¿Pero cómo pasaremos por el pueblo sin llamar la atención? Los guardias ya deben haber comenzado a buscarnos- Dijo algo preocupado el caballero.
- Yo tengo la solución para eso- Dijo la princesa mientras apunta una señal de humo que viene desde el bosque.
Los tres se dirigieron hacia la señal y encuentran una pequeña casa, parecía que la casa era de alguien que vivía solo, ellos no entraron a ver si había alguien, pero al lado trasero de la pequeña vivienda habían unos pilares atados con una cuerda que funcionaba como tendedero, lo que la princesa necesitaba era la ropa que había sido puesta a secar.
- Jeje, es la talla que necesito-
- Aunque en el pecho te queda suelto- Se burló el mercenario.
- Pero solo hay ropa de mujer ¿Qué haremos nosotros?- Interrumpió el caballero, mientras tanto Hotaru estaba en el suelo lamentándose por su pequeño busto.
- Solo hay una solución- Sugirió el mercenario.

Parte 4

En el pueblo los guardias estaban por todos lados buscando a los fugitivos, en grupos de cinco recorrían todo el pueblo buscando a los humanos que habían escapado.
- ¡A todos los civiles por favor vayan a sus casas, tres humanos andan sueltos y son peligrosos!-
- Un hombre de cabello y vestimenta negra, otro hombre rubio de ropa blanca y una pequeña chica, si los ven notifiquen de inmediato-
Los ciudadanos poco a poco empezaron a volver a sus casas.
Los tres jóvenes se habían camuflado con la multitud, habían tomado unos sombreros que estaban en la casa del bosque, Hotaru llevaba puesto el traje del caballero y la capa negra del mercenario, ella iba al frente mientras que los dos jóvenes uno a cada lado aparentaban ser los subordinados de la chica.
- ¿Pequeña niña?- Dijo irritada la chica.
- Cálmese Ojou-sama-
- ¿De qué te quejas? No han dicho nada que no sea verdad- Respondió el mercenario.
- Tú… ¿Cómo te atreves?-
- Si Iohei-kun piensa eso, no hay nada que pueda hacer- Sonríe la princesa.
- Que simple eres- Balbució el joven que ya no llevaba su capa negra.
Sin ningún inconveniente los tres lograron llegar a la bahía por la que habían llegado, hay la princesa les regreso sus ropas a sus amigos, en el lugar por donde llegaron no había nadie, excepto una pequeña balsa que le pertenecía a un hombre que se estaba preparando para salir a pescar.
- Vamos es nuestra oportunidad- Dijo el caballero.
- Espera tú… no puedo irme sin mi espada- Le reclamó el caballero.
- Entonces solo debes llamarla…- El chico rubio miraba hacia todas direcciones. - ¿Eh…? ¿Dónde está Ojou-sama?- Los dos jóvenes se miraron tratando de encontrar la respuesta.
A lo lejos la princesa estaba hablando con el viejo pescador, se da la vuelta y les gritó a sus compañeros.
- ¡¡¡Chicos!!! ¡¡¡El señor dijo que podíamos ir con él a pescar!!!-
- Esta mocosa no tiene remedio- Dijo el mercenario mientras tomaba su cabeza.
- Ojou-sama, esta vez estoy de acuerdo con él- Dijo Hogo con un suspiro.
Los dos se acercaron al pescador que estaba dándole una caña de pescar a Hotaru la cual estaba muy emocionada.
- Ustedes dos parecen muy fuertes, me serán de mucha ayu…
Las palabras del viejo pescador se detuvieron de repente, él no puedo evitar abrir sus ojos, sangre comenzó a salir de su boca, los tres jóvenes también con sus ojos abiertos por la sorpresa no podían explicar lo que acaban de presenciar.
Un arpón había sido lanzado desde el mar impactando el pecho del viejo pescador atravesándolo.
Mientras un segundo arpón se dirigía al trio de humanos que aún no se recuperaban del shock.
- ¡¡¡CRUX!!!- Grito el mercenario.
Iohei levantó su mano izquierda, la espada que se encontraba en custodia voló a toda velocidad y aterrizó en su palma.
Al instante desvía el segundo arpón lanzándolo a unas rocas, luego con su espada corta el arpón que había sido arrojado al viejo pescador para facilitar su movimiento.
- ¿Qué está pasando?- Preguntó la horrorizada chica.
Los tres miraron hacia el mar y lo que vieron los sorprendió, lo que disparaba los arpones era la gran embarcación con la que se cruzaron cuando pareció la gran serpiente y los hizo naufragar, la embarcación que era navegada por la tripulación de los oni.
Un tercer arpón fue lanzado y fue desviado por el mercenario.
- ¡¡¡Ustedes dos tomen al viejo y lárguense de aquí!!!-
- Tú, deja de darme orden… - Le reclamó el caballero.
- ¡¡¡Haz lo que te digo!!!- Volvió a gritar.
El caballero cargó al pescador en su hombro, tomó la mano de la princesa y comenzó a correr directo al pueblo, mientras Iohei retrocedía desviando el cuarto y quinto arpón que les lanzaron, los tres jóvenes y el pescador lograron entrar al pueblo.

Parte 5

La gran embarcación logró llegar a la orilla de la bahía, entonces apareció el jefe de los onis.
- Por fin dimos con este lugar, “ese” tipo decía la verdad, ustedes, ya saben lo que tienen que hacer- Le grito a su tripulación que eran aproximadamente 50 onis.
Un ¡¡¡SI!!! Se escuchó en toda la embarcación, tres onis, el oni del mohicano que llevaba una guitarra colgando en su espalda, otro oni alto y gordo que llevaba dos espadas, su aspecto es más parecido al oni convencional y tiene dos colmillos que sobresalen de su mandíbula y una mujer, que sobresalía por tener un mechón color rojo se acercaron al jefe.
- Cada uno de nosotros ira a una raíz de Yggdrasil, no aceptare ninguna clase de errores-
Los tres asintieron al unísono.
Los cuatro liderando a las decenas de onis desembarcaron y tomaron rumbo al pueblo de los elfos.
Los tres jóvenes corrían a su máxima velocidad hacia el pueblo elfo mientras Hogo cargaba al viejo pescador herido, pero cuando llegaron fueron rodeados por los guardias inmediatamente y el que parece ser el líder les reclamó.
- ¿Cómo se atreven ustedes humanos a causar tal revuelo? – Él los apunta con su espada. - ¡Yo, Melkor, en nombre de la Reina Erentari los sentencio a la muerte inmediata!-
El hombre que los encaraba era un elfo algo más imponente que los demás soldados, él tenía una larga cabellera pero algo descuidada que le llegaba a la cintura, su cara expresaba que no tenía muchos amigos, incluso los soldados a su alrededor lo miraban con miedo más que con respeto.
- ¡¡¡No hay tiempo para eso!!!- Gritó el mercenario. - ¡¡¡Decenas de onis se dirigen hacia acá!!!-
- Debemos hacer algo- Grito la princesa.
- Dejen de hablar tonterías- Recalcó Melkor. - Atrápenlos y mátenlos enseguida-
Los guardias siguiendo la orden de su líder comenzaron a encerrar el círculo en el que tenían rodeados a los humanos.
- Oye tú - Le dijo Iohei al caballero. - Ven conmigo-
El caballero lo miró sin decirle nada y volteo hacia Hotaru.
- Ojou-sama, por favor vaya a un lugar seguro-
Ambos, Iohei y Hogo saltaron encima de los guardias, el caballero mientras caminaba por las cabezas de los guardianes le quito una lanza a uno de ellos, ambos a máxima velocidad corrieron hacia la bahía.
- ¡Rápido!, síganlos y tráiganme sus cabezas- Grito el líder Melkor.
Todos los guardias corrieron en la dirección de los dos criminales ignorando a la princesa que había quedado sola con el líder Melkor.
Melkor miró a Hotaru con cara de que estaban estorbándoles, luego chasqueo su lengua y dijo para sí mismo.
- Debo preparar todo y escapar en el momento oportuno-
Melkor dio media vuelta y se fue sin tomarle atención a la princesa que no entendía por qué seguía libre, al rato todos los ciudadanos comenzaron a salir de sus casas rodeando a Hotaru.
En la bahía, ya todos los onis habían desembarcado y habían comenzado a ingresar al pueblo elfo, los tres generales y su jefe iban un metro adelante que las decenas de onis preparados para la pelea, en ese momento el jefe oni notó que el enemigo venia al ataque.
- Yo me encargo, jefe- Dijo el oni del mohicano mientras  tomaba su guitarra y comenzaba a tocar.
Rayos color verde fueron lanzados del mango de la guitarra, estos iban dirigidos directo hacia los humanos, pero estos lo lograron esquivar, la mujer oni, el tipo corpulento y el jefe sin detenerse dieron un gran salto hacia el pueblo burlando a las tropas elfas que venían a toda velocidad.
- Ustedes, los dejare jugar con estos duendecitos- Dijo con tono de burla el oni del mohicano a la tripulación para luego emular a sus compañeros.
Iohei y Hogo corrían hacia la bahía mientras de la nada un enorme rayo verde se dirigió hacia ellos, a segundos de que los impactara ambos logran esquivarlo, pero este levantó una cortina de humo en la que no pueden ver nada.
- Tratan de escapar usando una cortina de humo- Gritó uno de los guardias que los venían siguiendo, pensando que era obra de los humanos.
- Ahora que nos siguen verán por ellos mismos a los onis- Dijo el caballero.
- Cuando comience la lucha debemos irnos inme…-
Iohei no terminó lo que estaba diciendo, el miro arriba y notó a los enemigos que iban encima de sus cabezas.
- Debemos volver- Dijo mientras tomaba al caballero del traje y lo arrastraba. - La mocosa está en peligro-
La cortina de humo les facilitó el escabullirse de los guardias y tomaron rumbo nuevamente hacia el pueblo de los elfos.
Cuando el polvo se disipó 50 onis se vieron enfrentados contra 20 guardias elficos.

Parte 6

Los ciudadanos del pueblo rodearon a Hotaru.
- ¿Por qué volvieron a nuestra isla?- Le dijo un hombre.
- ¿No les bastó con lo de hace 13 años?- Una mujer grito a lo lejos.
- Váyanse aquí-  - Los humanos no son bienvenidos-  - Solo arruinan todo lo que los rodea- Eran las frases que lanzaban los pueblerinos-
Hotaru permanecía sin hablar hasta que de pronto una roca es lanzada hacia ella.
- Lárguense de aquí, ustedes piensan que son la mejor raza, pero aquí en nuestra isla no tienen derecho a pensar eso- Le grito otro hombre.
- U-ustedes, están equivocados si piensan que les haremos algo-
- Cállate, solo dices eso para que bajemos la guardia para que nos secuestres y puedas vendernos como esclavos- Murmura otro elfo.
- ¡No! Nosotros nunca haríamos algo como eso- Trato de defenderse la humana.
- La codicia humana no tiene límites-
La voz provenía de la chica a la que habían visto en la bahía cuando llegaron, la misma muchacha que comenzó a gritar desesperadamente cuando ellos la estaban ayudando, esa chica se paró frente a frente a la princesa.
- …- La chica que estaba siendo acusada no pudo responder.
- Ustedes los humanos solo piensan en ustedes- Reafirmó la chica elfo.
- Y-yo… - Insiste Hotaru pero es interrumpida.
Un pequeño temblor es provocado por algo que cayó del cielo justo a un lado de donde se encontraba la multitud elfo y la princesa, los elfos al ver lo que había aterrizado a su lado no podían evitar a entrar en caos, los tres onis, la mujer, el tipo corpulento y el jefe de ellos habían logrado entrar al pueblo de los elfos.
- Valla, valla ¿Qué tenemos aquí?- Dice el oni corpulento.
- No me digas que esos 20 guardias que están en la bahía era toda la fuerza militar que tenían, aquí solo hay civiles- Hablo la mujer oni.
Un tercer oni cayó del cielo, el oni del mohicano se unió a sus camaradas.
- Ahora que estamos los cuatro ya saben qué hacer, cuando la rama se rompa deben subir inmediatamente ¿Entendido?- Les dijo el jefe de los oni.
- Si, si, si, ya nos lo has dicho una infinidad de veces- Reclamó el oni del mohicano.
La muchedumbre comenzó a escapar, los únicos que quedaron fueron los cuatro onis, la chica elfo y Hotaru.
El tipo corpulento, la mujer y el jefe oni comenzaron a ir hacia el gran árbol Yggdrasil, mientras que el tipo del mohicano se dirigió hacia donde estaban Hotaru y la chica elfo y dijo.
- Tú, vendrás conmigo y te convertirás en mi esposa- Dijo mientras apuntaba a la chica elfo.
Ambas al escuchar la propuesta inesperada se sorprendieron sin saber que estaba pasando.
- ¿Para qué quieres otra esposa?- Lo encara la mujer oni. - ¿No te bastan con las nueve que ya tienes?-
- Cállate, esas ya no me entretienen- Dijo el tipo del mohicano.
- Solo déjalo, ya sabes cómo se vuelve cuando le niegas algo a lo que ya le echó el ojo- Dijo el oni corpulento.
- Si esto entorpece tu trabajo yo mismo la matare- Le advierte el jefe.
- Todo estará bien- Dice el tipo del mohicano y sujeta a la chica elfo.
La chica elfo es tomada a la fuerza y es arrastrada por el oni del mohicano, los cuatro oni se dirigieron al Bosque Lórein donde se encontraba la base de Yggdrasil, la chica de largas orejas solo podía gritar en tal situación. Solo Hotaru quedo en la calle del pueblo elfo.
- ... - La princesa sin entender nada solo pestañeó. - ..., y-yo...- Habla con un grito. - Salvare a la chica-
La princesa con tal convicción corrió a toda velocidad tras los secuestradores que se dirigían al enorme árbol.
Los demás elfos preocupados vuelven sin entender lo que ocurría.

Parte 7

Iohei y Hogo llegaron buscando a la princesa, pero solo encontraron a los pueblerinos.
Hogo tomo a uno de los hombres elfo y le dijo.
- ¿Donde esta Ojou-sama?-
El hombre tembloroso por el rostro del hombre rubio le respondió.
- Uno de los onis... ambas fueron llevadas en esa dirección-
- ¿A qué te refieres?- Respondió el caballero.
- Uno de ellos tomó a Erunalvórima-sama...- El hombre elfo se soltó del caballero y puso sus manos en su cabeza. - Ese hombre secuestro a Erunalvórima-sama-
Iohei miró al hombre elfo tirado en el suelo.
- ¡¡¡Oye!!! ¿Qué hay de Ojou-sama?-
El mercenario golpeó con una patada al caballero y luego dijo.
- Yo traeré de vuelta a esa chica- Comenzó a mirar a todos los pueblerinos. - No dejare que se salgan con la suya-
- ¡¡¡Tú maldito, deja de golpearme!!!- Gritó el caballero.
Una pequeña niña de aproximadamente ocho años se acercó tímidamente al mercenario.
- Us-usted... ¿Salvara a Erunalvórima-sama?-
Iohei se pone de rodillas y coloca su mano en la cabeza de la pequeña.
- Si, nosotros la traeremos de vuelta- Le dice con una sonrisa. -¿En qué dirección fueron?- Preguntó a uno de los adultos.
- Los cuatro onis se dirigieron en diferentes direcciones- Le respondió.
El mercenario y el caballero se miraron y se separaron por diferentes caminos directo hacia el vasto bosque.

Entre escena 1

Mientras tanto en el Palacio de Menegroth que se ubicaba al norte desde el árbol Yggdrasil la Reina de la isla de los elfos Erentari cuya belleza era indescriptible, su hermoso cabello largo y bello rostro era suficiente para enamorar tanto a hombres y mujeres, sentada en el trono tenía una discusión con sus guardias reales.
Elwe el líder de los tres caballeros, él es la máxima autoridad en el ejército de la isla, junto a su arma una espada la cual siempre lleva en su cintura.
Finwe la mano derecha del ejercito un hombre de corta edad que solo utiliza sus manos para vencer a sus enemigos
Y Orome la mano izquierda de Elwe, una chica que aparenta carecer de fuerza pero la enorme hacha en su espalda es suficiente para atemorizar hasta al más valiente de los hombres.
Los tres discutían con la Reina sobre el problema que acababa de llegar a su tranquilo reino.
- Erentari-sama- Dice Elwe. - Nuestro deber es proteger al gran árbol Yggdrasil, el cual ha sido protegido por los elfos desde que este lugar se fundó-
Mientras él hablaba sus dos camaradas estaban de rodillas con la cabeza abajo.
- Es cierto que Yggdrasil ha sido protegido sin importar la amenaza que fuera- La Reina se levantó de su trono y se paró frente al líder Elwe. - Pero nuestra prioridad son las personas que viven en este lugar ¿Acaso olvidas el propósito de Yggdrasil?-
Yggdrasil es un enorme árbol el cual provee energía y nutrientes a todo lo que se encuentre ubicado a su alrededor.
- Estas tierras solían estar muertas, ningún tipo de vida podía subsistir en este lugar, pero nuestros ancestros plantaron la semilla salvadora y el gran árbol Yggdrasil nació y proporciono el rayo de esperanza que necesitaban estas tierras para ser lo que es hoy-
- Es por eso mismo que debemos proteger ante todo al gran árbol Yggdrasil- Reclamó el líder de la guardia real pero la Reina lo interrumpe.
- No, el árbol Yggdrasil fue plantado para que les diera la vida a estas tierras, para proteger a sus ciudadanos, si dejamos que nuestra gente muera ¿Que propósito tendría Yggdrasil, a quien protegería? En cambio nosotros podemos plantar, cosechar, podemos vivir incluso si el gran árbol ya no se encuentra, puede que sea más difícil de lo que es ahora pero podemos vivir-
Los guardias reales conmovidos por las palabras de su alteza solo bajaron la mirada y sonrieron, la respuesta siempre estuvo aquí.
- ¡¡¡Vamos, nuestro deber es proteger a todos los ciudadanos de este reino!!!- Le dijo el líder de la guardia real a sus dos compañeros. - No permitiremos que ninguna vida caiga a manos de los onis-
Los tres guardias se levantaron, le hicieron una reverencia a su Reina y se dirigieron a la bahía, lugar donde se estaban enfrentando los guardias del castillo contra los 50 onis que habían desembarcado del gran barco.
Erentari la Reina de Toru Eressea se dirige a su ventana en el que puede ver todo, la Bahía Erudamar, el Pueblo Éowyn, el Bosque Lórien y el árbol Yggdrasil.
- Humanos, Onis... Espero que te encuentres bien, Erunalvórima-chan

Parte 8

Hotaru corría a su máxima velocidad intentando perseguir al oni del mohicano, derrotarlo y así rescatar a la chica elfo secuestrada.
- Yo... les demostrare... que no soy una... inútil-
Ella logró salir del bosque y ve la enorme base del árbol.
- Logre salir- Exclamó la princesa. - ¿Dónde está ese tipo y la chica?-
- Pero mira que tenemos aquí, una chiquilla-
La princesa enfoca su mirada hacia la voz que se dirige desde la cima de la base de Yggdrasil, la hermosa mujer oni, su piel color verde, sus labios pintados de violeta, con mechones de color rojo, ella es considerada en el reino de los onis la mujer más hermosa y poderosa.
- Esto será muy divertido- Exclamó la mujer oni.
- ...- Hotaru la miró enojada.

Parte 9

El árbol gigante Yggdrasil, es un enorme árbol que mide más allá de las nubes, tiene un enorme tronco que mide casi 20 kilómetros de largo, el árbol tiene cuatro enormes raíces con la que es sostenido su gran peso y ese es el camino por donde el árbol provee de nutrientes la tierra.
Erunalvórima, la chica elfo que fue arrastrada a una de las raíces de Yggdrasil por la fuerza, estaba atado de manos y colgada a uno de los arboles cercanos, mientras tanto el oni del mohicano, un hombre que aparenta tener unos 25 años sostiene su guitarra eléctrica, mientras la toca un rayo color verde es lanzado desde el mango hasta la base de la enorme raíz.
- ¿Qu-que es lo-lo que tramas?- Preguntó la chica con voz temblorosa.
- ¿Ehh...?! Cállate, serás mi esposa, solo debes obedecerme y todo resultara bien para ti- Respondió el oni sin dejar de tocar su guitarra eléctrica. - Serás la esposa del gran oni Rokkaa-sama-
- Pe-pero... y-yo...- Intenta interrumpir la chica elfo.
Rokkaa el oni del mohicano dejó de tocar su guitarra, se dirigió hacia la chica que está colgando en el árbol y la prieta del cuello.
- ¿Acaso alguien te permitió hablar? ¿Ehh? Si comienzas a desobedecerme te matare aquí mismo-
La chica no podía responder, pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, pero de la nada una pequeña piedra fue lanzada desde el bosque hacia la cabeza de Rokkaa.
Un hombre vestido completamente de negro apareció desde el oscuro bosque diciendo las siguientes palabras.
- ¿Qué clase de idiota cree que tiene el derecho de ordenarle a una mujer si puede hablar o no?-
La chica lo reconoció, es el mismo hombre al que vio tendido inconsciente en la bahía, el mismo que la cargó hacia su pueblo, el hombre que nos advirtió de la llegada de los onis al cual no le creyó, un humano.
- Yo decido lo que hacen mis esposas- Dijo Rokkaa mientras miraba al tipo de negro.
- Lo siento, pero juré por mi espada Crux, que jamás dejaría que otra mujer sufriera por idiotas como tú- Respondió Iohei.
El mercenario corrió a toda velocidad hacia el oni y la chica, pateó a Rokkaa haciendo que este fuera lanzado hacia el borde donde terminaba el bosque y la libero de las ataduras que le impedían moverse.
- Escapa de aquí, yo me encargare de este tipo- Le dijo Iohei a la chica que acababa de ser liberada.
- No pu-puedo hacer eso, mi deber es proteger a Yggdrasil- Respondió ella.
Entonces con su mano izquierda Iohei desenfunda su espada a la vez que comenzaba a hablar.
- Como dije antes, no soy nadie para ordenarte lo que debes y no debes hacer-
Entonces un fuerte sonido comenzó a sonar, los rayos verdes salían sin parar desde la guitarra eléctrica y eran dirigidas hacia la raíz del gigantesco árbol.
La chica comenzó a inquietarse y corre hacia el oni para detenerlo, ella sabía que sería inútil pero también sabía que Yggdrasil era muy importante para todos los habitantes de Toru Eressea.
- De-detente- Exclamó la chica.
El oni de la guitarra sin dejar de lanzar los rayos comenzó dirigirlos hacia Erunalvórima.
- Si no me quieres obedecer te convertiré en polvo- Le grito Rokkaa.
La chica lo sabía, que era estúpido lanzarse hacia el enemigo de esa manera, ella era débil, no podía hacer nada para proteger a las personas importantes para ella, pero aun así se lanzó hacia el peligro, no dudo, no se arrepintió.
- Eres completamente diferente a cierta princesa inútil-
La voz que interrumpió sonaba de alguna forma feliz, los rayos se dispersaban al hacer contacto con cierta espada con forma de cruz, la hoja de la espada impactó con el mango de la guitarra pero esta no se rompió, al contrario chaspas comenzaron a salir del impactó de ambos, similar al efecto que provocan dos espadas al chocar.
- Acaso... ¿Una espada?- Preguntó Iohei.
- ¿Tienes miedo? Humano-
Por el impacto los tres, Iohei, Erunalvórima y Rokkaa fueron lanzados hacia atrás por el impacto de las armas, la chica elfo fue lanzada hacia arriba, mientras caía fue tomada por el mercenario y ambos aterrizaron sin ningún problema.
- Gra-gracias-
- Esto será peligroso ¿Acaso me ayudaras a pelear?- Dijo Iohei con un tono de voz burlón.
- Ya debiste haberte dado cuenta que no soy de mucha ayuda- Le contestó la chica un poco molesta.
De un salto Rokkaa se lanzó hacia Iohei golpeándolo con su guitarra, el mercenario recibió el golpe con su espada pero aun así es lanzado hacia el tronco del enorme árbol.
La chica del susto cayó que dando sentada en el suelo mirando hacia donde fue lanzado el chico de negro.
Entonces el mercenario lanzó un ataque con su espada.
-Hachi Ryuu [8 dragones]-
Ocho cabezas de dragones negros son lanzados desde su espada dirigidas hacia el oni.
- ¡¡¡JAJAJA!!! ¡¡¡MUERE!!!- Lo interceptó con los rayos verdes de su guitarra.
- ¡¡¡Kyaaaaa!!!- Gritó Erunalvórima al salir girando hacia atrás por la explosión de los ataques.
El ensordecedor sonido volvió a aparecer, pero este es distinto al anterior, el mercenario y la chica son afectados por las fuertes ondas de sonido que afectó el equilibro de ambos.
El oni siguió lanzando sus rayos pero estos eran dirigidos a la enorme raíz ignorando al muchacho que le hacía frente.
- Tú... yo soy tu rival- Le gritó Iohei mientras con dificultad trataba de mantenerse en pie.
- Lo siento pero mi misión es otra, pero descuida apenas la cumpla te destrozaré junto a esa idiota- Escupió Rokkaa mientras seguía tocando la guitarra.
Mientras en otra de las raíces de Yggdrasil.
Kenrou el oni corpulento, este tipo de piel verde, cabello puntiagudo y dos colmillos que salían desde su mandíbula inferior era un usuario del estilo de dos espadas.
Por otro lado el caballero encargado de la protección y bienestar de la princesa del reino de Midgard, Hogo especializado en lanzas se encontraron en la enorme raíz del gigante árbol Yggdrasil.
- Tal parece que aquí no está Ojou-sama- Habló Hogo.
- ¿Esa es tu excusa para no pelear, mocoso?- Se burló Kenrou.
- Descuida te derrotare rápido e iré a rescatar a Ojou-sama- Le respondió confiado de su poder.
Debo apresurarme, pensaba el caballero teniendo como única opción acabar con el oni.
En otra de las raíces.
- Este árbol es enorme- Dijo el jefe de los onis.
A un lado suyo la enorme raíz completamente destruida.
- Tal parece ser que esta no es la raíz correcta- Se burló el jefe.




---- CAPÍTULO 4: HACIA EL OESTE----
---- CAPÍTULO 6: ONIS ----

2 comentarios:

  1. Esa elfa papa :3 muy kawaii, pero rayos!! ese nombre se me hizo mas dificil pronunciar xd. Parece que el harem comienza a tomar forma :v, y la princesa tratando de no ser tan eh... como decirlo, de poca ayuda(? xd, buen cap, casi no entendi el final pero buen cap :3

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  2. Lo del nombre es adrede, ni yo me lo se completo xD
    y lo del final de cap es 100% culpa mía, lo hice de 33 paginas :v, como que era mucho y tuve que dividirlo a ultima hora :'v

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