GATES: CAPÍTULO 1 - EN TIERRAS DESCONOCIDAS
Comienza la aventura en Gates, soy RiickG y los invito a seguir esta travesía fuera de la Tierra, disfruten este primer capítulo.
Gates
Capítulo 1
En tierras desconocidas
Tras seis meses de
viaje, Alfa 504 pisó suelo en Gates, un planeta con características muy
similares al de la Tierra, Gael y toda la tripulación quedaron sorprendidos, solo
que había un inconveniente con mucho peso, el oxígeno.
La tripulación
comenzó a establecerse, Kenan, el almirante a cargo del grupo ordenó que se
inicie una exploración inmediata por los alrededores; descendió para esto el
único especialista a bordo, el Teniente ruso Martin Lushinkov, éste y tres
marines más, entre ellos Gael, salieron a investigar por los alrededores, de
pronto un gran bosque oscuro se encontraba ante ellos, Lushinkov decidió que se
adentraran en él.
Una vez dentro, el
teniente logró percatarse de una extraña presencia que los acechaba de entre
los árboles (muy semejantes a los de la Tierra), de inmediato ordenó que se
detengan, hablando en voz baja.
–Bien, acá hay
algo que nos está observando, sea lo que sea lo quiero vivo y sin daño alguno.
–Sí señor –respondieron
los marines.
Lushinkov ordenó
entonces que se adentren a la espesura dos marines, a lugares que este les
indicaba a señas con los dedos, mientras, el tercer marine se quedaba con él;
una vez ubicados todos en sus posiciones, el teniente aventó muy rápido en su
dirección izquierda una granada de gas, y al mismo tiempo realizó un disparo
hacia la dirección derecha.
Aquella criatura,
sin percatarse de la granada, y asustada por el disparo, escapó con dirección
hacia el gas que comenzó a liberarse, quedando cegada; momento en que los
marines aprovecharon para capturarla sin mucho esfuerzo. Esta criatura fue
llevada hacia el teniente quien al observarla quedó estupefacto.
–Pero… ¿qué
demonios?...
En aquel instante,
la criatura bípeda de unos dos metros de estatura, con unas pequeñas armaduras
camuflando su delgado y verdusco cuerpo, pidió que por favor no le hicieran
daño.
Lushinkov quedó
sorprendido aún más, puesto que la criatura no solo había hablado, sino que
además lo había hecho en idioma terrícola.
–¿C-cómo es que
hablas en nuestro idioma? –preguntó el teniente.
–Fue aprendido de
los otros extranjeros que estuvieron aquí –contestó la criatura.
–¿Otros?, ¿qué sabes
acerca de ellos?
–Muy poco
Bastó esta
respuesta para que el especialista ordene de inmediato que se lleven a la
criatura al establecimiento.
–No me hagan daño,
hablaré todo lo que sé…
–Eso espero
Una vez dentro del
centro de establecimiento, aquel ser fue llevado a un ambiente preparado
especialmente para prisioneros; el interrogatorio comenzaría.
Lushinkov se
presentó ante el almirante…
–Señor, tenemos un
prisionero.
–¿Prisionero?,
teniente le recuerdo que estamos en otro planeta, de nada nos sirve un
prisionero en estos momentos, debieron matarlo, no nos sirve.
–Almirante, sobre
eso quiero hablarle, este prisionero sorprendentemente habla nuestro idioma.
–¿Qué?
–Como lo oye
señor, dijo que lo aprendió de “los otros extranjeros que estuvieron mucho
antes aquí”, lo dijo por la tripulación de Alfa 503.
–Sencillamente
increíble la capacidad que pueden tener estas criaturas para adaptarse muy
fácil a las cosas… bien teniente, lo que me acaba de decir es asombroso en
verdad, prepare todo para el interrogatorio, en instantes me dirigiré a la
sala.
–Sí señor.
Para suerte del
almirante, esta criatura había logrado adaptar el idioma terrestre. Una vez en
la sala de interrogación…
–Tu nombre –comenzó
el almirante frente a la criatura.
–Kerhitaz Zegia
–¿Kerhitaz? –preguntó
Lushinkov.
–Sí señor
–Bien Kerhitaz –comenzó
el teniente–, dijiste que habías aprendido nuestro idioma de los extranjeros
que antes estuvieron aquí ¿no es cierto?
–Así es señor.
–Ahora cuéntame
qué sabes acerca de esos extranjeros que mencionas.
–Los extranjeros,
son como ustedes; se encontraban en Pregoriaz…
–¿Pregoriaz?
–Sí
–Debe ser el punto
donde fijamos el aterrizaje de Alfa 503 –refirió el almirante Kenan.
–Tal parece que sí,
prosigue Kerhitaz –agregó Lushinkov.
–Gracias señor,
aquellos extranjeros hacían cosas extrañas en nuestra tierra, con unas inmensas
máquinas las cuales generaban mucho ruido; al parecer nuestro rey se dio cuenta
de su presencia y…
–¡Espera!, ¿dijiste
rey?
–Sí señor, mi rey,
bueno nuestro rey, el rey de todos los zibics.
–¿Zibics?
–Sí señor, zibics,
el reino que rige en este planeta.
La sorpresa que
tenían el almirante y el teniente eran grandes, pero tenían que continuar
oyendo más.
–¿Quién es tu rey?
–El gran Zaeras
Gokzan, rige nuestra nación con demasiada arbitrariedad, y es por demás
violento, todo nuestro pueblo les teme.
–Ya veo, ¿y qué me
dices de ti?, ¿acaso no eres violento?
–No señor,
nosotros somos una especie de obreros de la nación. Yo soy de los que creen que
un día llegará a nosotros la tranquilidad y el descanso eterno, sueño con
llegar a ese día.
Lushinkov de
inmediato al oír todo esto pensó que aquel ser, Kerhitaz, podría colaborar con
sus intereses.
–Bueno Kerhitaz,
vemos que eres distinto a lo que nos cuentas es tu nación; he decidido que
desde hoy formarás parte de mi grupo.
Kenan reaccionó
con sorpresa ante esta decisión de Lushinkov.
–¡¿Qué?!
Lushinkov se
acercó al almirante, y a voz baja le explicó que Kerhitaz les era necesario
para saber más del planeta, esto hizo que Kenan lo piense y acepte la decisión
del especialista.
Tras la aceptación
del almirante, Lushinkov se dirigió de nuevo hacia el zibic.
–Bien Kerhitaz
–Gracias señor,
ustedes son muy benevolentes, se los agradezco, será un honor ser parte de su
grupo.
–Excelente saberlo
Kerhitaz… ahora bien, quiero que me digas qué es lo que pasó con aquellos que
exploraban sus tierras.
–Ellos fueron
atacados por las fuerzas de la nación zibic, no tuvieron escapatoria; aunque se
llevaron a algunos prisioneros.
–Entonces, ¿lo
viste todo?
–Sí
–¿Y qué pasó con
la base y la nave?
–Hasta donde pude
ver, su nave se quedó en el mismo lugar al igual que su base.
Kenan intervino al
instante.
–¡Perfecto!
Tenemos que ir hacia allá y recuperar todo. Bueno teniente, es suficiente por
ahora.
Así, Kenan salió
del lugar al igual que Lushinkov seguido por Kerhitaz y resguardado por dos
marines que serían sus guardias.
Momentos después,
se preparaba una nave Viper 970 para partir hacia Pregoriaz a realizar una
exploración; utilizando el radar de la nave el piloto se dirigió hacia allá.
Una vez en el
aire, dirigiéndose hacia allá, el piloto logró avistar la nave y la base.
–Bien –comentó
Kenan desde centro de control.
–Están muy dañadas
–refirió el piloto–, se ve humo saliendo de adentro…
–Maldición
–Además hay unas
extrañas criaturas custodiando todo.
–¿Criaturas?
–Son los guerreros
zibic –intervino Kerhitaz.
–No puede ser –dijo
Lushinkov–, vigilan nuestra base… Viper regrese.
–Copiado
Kenan habló
entonces.
–¡Bien,
preparémonos entonces para asaltar la nave y la base! Lushinkov has los
preparativos para el asalto, que sea lo más pronto posible.
Una vez recibidas
las órdenes, Lushinkov ingresó al Centro Militar a preparar todo para el
ataque.
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