LIBERACIÓN
Desmond
Geiserfield
Vaya emboscada
se les viene encima...
Un par de horas
y los soldados hacen presencia. Entran siete y puedo ver que se quedan unos
cuantos fuera de la habitación, deben ser los tres restantes. El jefe está aquí
y vaya que está enfadado, pero asustado a la vez.
- ¿Quién es el
responsable de lo que pasó allá afuera? - pregunta con rabia.
- ¿Te refieres a
los gritos de anoche? - respondo con una sonrisa burlona.
- ¿Quién es el
responsable? - repite golpeando el resistente cristal y yo solo río un poco.
- No vi quien lo
hizo, pero sea quien sea, sabía que habían pocos guardias, y que aquí no había
nada que le interesara.
- ¿Y quieres que
crea que tú no tienes nada que ver con esto?
- Lo creas o no,
tus soldados están muertos, y quizá tú seas el siguiente.
- ¡JAJAJAJAJA! -
para de reír e intercambiamos miradas de rabia - ¡Me divertiré viendo como mis
soldados te torturan el día de hoy!
Entran está vez
cuatro de ellos, el jefe y otros dos se quedan viendo cómo se aproxima una
tortura... pero la emboscada la he preparado yo. Toma cada quien un arma, dos
espadas, una daga y un hacha, se disponen a ponerse creativos a la orden de su
jefe, toca el botón comunicador y da la orden.
- Comiencen.
¡Esa es mi
señal! En un instante y para su sorpresa, destruyo las esposas, la cámara está
cerrada, esos cuatro no tienen escapatoria. Están los cuatro paralizados y yo
no pierdo tiempo, asesto un codazo en el estómago de un soldado, haciéndolo
soltar su espada, el de la daga se acerca para atacar directo a mi garganta, me
agacho para esquivar y rápidamente doy una patada giratoria en salto y golpeo
su cara con mi talón, tomo la espada del suelo y le atravieso el pecho al soldado
que aún tenía espada, hago un movimiento ascendente con la espada para cortar a
la mitad de su pecho a su cabeza y aprovecho el impulso para asestar un ataque
descendente en el hombro del soldado del hacha, hago presión en la herida hasta
que llega a su abdomen y tomo su hacha mientras cae, solo para cortar la mano
del soldado de la daga. El soldado desarmado sigue en el piso, tomo al soldado
manco del cuello con una mano, lo levanto y atravieso su abdomen de un
puñetazo, entonces separo su cabeza de su cuerpo y arrojo el cadáver hacia el
cristal.
Lleno de sangre,
puedo ver que hay una pequeña grieta en el cristal, pero el jefe no lo ha
visto, fue todo tan rápido que apenas pudo reaccionar. Me acerco lentamente al
cristal.
- ¿Tienes miedo?
- le pregunto burlescamente mientras recargo mis brazos y puños en el cristal.
- No puedes
salir de ahí, el cristal es muy resistente.
- ¿Resistente? -
pregunto sarcásticamente - No has visto cuán fuerte soy soldado.
- No soy un
soldado. - responde furioso - He luchado en incontables guerras contra escoria
como tú, he asesinado a cientos de tus hermanos, traidores de la humanidad. -
me acerco al soldado que queda vivo y lo tomo de la parte trasera de la cabeza
mientras el jefe dice su discurso - He saboreado su carne cuando me aburro del
alimento animal, he comandado tropas que no podrías derrotar ni aunque tuvieras
un equipo de mutantes a tu lado... - y entonces, lo interrumpo al azotar de
cara del soldado contra la grieta del cristal, dejo su rostro pegado al cristal
para decir unas palabras.
- Este hombre
está sufriendo, soldado. - azoto su rostro nuevamente contra el cristal - ¿qué
harás para salvarlo?
- No puedo
salvarlo, quedará su cadáver en tu celda por siempre.
- Hombre de poca
fe. - azoto una vez más el rostro del soldado en el mismo punto, agrandando la
grieta - ¿Acaso no ves lo que pasa aquí?
- ¿De qué
hablas? - pregunta con tono de preocupación.
- Mira esto. -
azoto una vez más el rostro destrozado del soldado contra la grieta, haciéndola
más grande para que el jefe la vea - ¡ES CADA VEZ MÁS GRANDE! - exclamo con voz
de maníaco, desesperado por matarlo y con sed de sangre - ¡PRONTO ESTARÉ FUERA
DE ESTA CELDA Y TE HARÉ PAGAR POR LO QUE ME HICISTE DURANTE TODO ESTE AÑO! ¡Y
POR TODOS LOS MUTANTES QUE ASESINASTE!
Azoto una y otra
vez la cabeza del soldado en el cristal, su rostro está irreconocible, su
cabeza no aguantará mucho antes de ser solo sangre en el piso y cristal,
entonces los tres corren aterrorizados, salen de la habitación y sigo golpeando
el cristal con el hombre hasta que su cabeza se reduce a solamente sangre y
partes de su cerebro por todo el cristal, entonces uso mis manos para golpear
como loco el cristal. Tras varios golpes el cristal se rompe y soy por fin
libre. Camino lento pero enfurecido, salgo de la base para ver a lo lejos
cuatro cuerpos en la arena y a Kurt parado frente a uno de ellos, dejó
inmóviles y desmembrados a dos de ellos, mató a uno y lo más importante: dejó
vivo al jefe.
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Henry Mattews
He pasado un año
en el observatorio y tan pronto como pude fabriqué una habitación en la cual se
generaban robots de entrenamiento, eran rivales que se adaptaban a tu estilo de
pelea y se volvían más fuertes conforme uno los hacía trizas. ¡Uno de mis
mejores trabajos! Gracias a ello he entrenado demasiado, ya no soy un robusto
fuertecito, tengo algo de músculo, pero necesito más, quiero ser tan fuerte
físicamente como Desmond.
Aunque primero
necesitaba terminar un proyecto muy importante también. No quiero que piensen
que no hice nada en estos tres años, así que poco a poco estoy convirtiendo el
observatorio en una enorme y poderosa nave. Es solo cuestión de un par de
detalles, pero básicamente ya está lista la nave, es tres veces más grande,
agregué más habitaciones, hasta para quince personas si el grupo crece, estoy
orgulloso de mi trabajo.
Entreno día a
día para ser más fuerte, el resto del tiempo trabajo en el observatorio, pero
en un par de días lo terminaré y me dedicaré únicamente a entrenar. Seré tan
fuerte como Desmond, no lo creerán cuando nos reunamos.
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Kurt
Desmond se
acerca y mira con sonrisa malvada a jefe de soldados...
- ¿Creíste que
podías escapar? - pregunta Desmond al jefe mientras lo patea en el costado
derecho - ¡Imbécil!
- N... No... No
me mates... Por favor.
- Kurt... Ponlo
de pie y mantenlo inmovilizado.
Obedezco y lo
levanto, lo mantengo esposado como Desmond pidió. Se acerca y lo mira a la cara
de cerca.
- No voy a
matarte soldado, no, no, no, no... Eso sería demasiado fácil. - dice Desmond
mientras camina hacia el soldado sin piernas - Pero a él... - toma al soldado
de la cabeza con ambas manos y lo levanta en alto - ¡A él si voy a matarlo! -
sostiene su cabeza con una mano y con la otra le arranca el brazo derecho, el
soldado grita de dolor, después de dejar caer el brazo, Desmond deja al soldado
en el piso, dándole la espalda al jefe, apoyado en lo que queda de sus rodillas
- Y tú sufrirás más. - tras esa amenaza toma la cabeza del soldado y la voltea
haciendo que mire al jefe que está cada vez más asustado.
- ¡Eres un
mutante asesino! - grita el jefe de los soldados lleno de ira y terror a la
vez.
- Oh no... Tú me
convertiste en un asesino, soldado... Por tu culpa están muriendo tus hombres y
por tu culpa vas a sufrir hasta la muerte.
Tras decir eso
Desmond camina hacia otro soldado solo tiene un brazo y una pierna, sigue en el
piso, boca abajo, Desmond apoya su pierna izquierda en la espalda del soldado,
presionándolo contra el suelo y entonces le patea el cuello con fuerza, se
pueden escuchar sus huesos tronar, lo patea de nuevo con más fuerza y la cabeza
rueda en el desértico suelo, separándose del cuello.
- Volvamos a la
base Kurt... trae al soldado, por favor.
Obedezco y sigo
a Desmond hacia la base, no sé qué plan tenga, pero presiento que le dará su
merecido. Llegamos a la base, Desmond derrumba una puerta, justo en frente de
la sala de torturas, entra y lo sigo con el soldado jefe. En la habitación hay
armas, experimentos y de más, Desmond se detiene.
- ¿Puedes
esposarlo ahí? - señala un espacio despejado en la pared - Tal y como me
esposaron a mí por favor.
- Si.
Tras esposar al
soldado miro a Desmond, preguntándome que es lo que va a hacer ahora con ese
hombre.
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Desmond
Geiserfield
¡Vamos a
divertirnos!
- ¿Tienes miedo,
soldado? - pregunto una vez más al hombre esposado y sin escapatoria.
- ¡No te tengo
miedo, anormal! - responde con ira.
- Ocultas tu
miedo... lo haces bien, pero sé que me temes.
- Acaba con esto
de una vez.
- Para nada. -
le digo mientras tomo una daga que estaba en una mesa llena de armas - Te haré
sufrir, soldado. - me acerco lentamente a él - Te torturaré hasta que no puedas
más... pero primero... me vas a decir cómo funcionan estos juguetes tuyos.
- Es información
confidencial. - responde con un nudo en la garganta.
- De la
información me encargo yo. - voy a la
mesa y dejo la daga.
Tomo unas
enormes pinzas y un cuaderno muy interesante, lo leo un momento y empiezo a
comprender de qué iba todo esto. Hay pocos grupos en distintas ciudades, están
reclutando para ir a la ciudad de Bacerot y a un antiguo pueblo llamado
Zatoria. Al parecer ahí habitan peligros que amenazan a la humanidad. Podrían
ser aliados si su segunda prioridad no fuera aniquilar a todo mutante que
encuentren a su paso.
- Bacerot y
Zatoria. - volteo hacia el soldado - ¿Qué tienen de especial?
- ¿No lo sabes?
- ríe un poco con locura - No lo entenderías.
- ¡Dime que hay
o te arranco los dientes! - exclamo amenazándolo con las pinzas.
- August... - he
escuchado ese nombre antes - Frozort... Son peligrosos... ¡los dos! - se está
volviendo loco y ni siquiera lo he empezado a torturar - Necesitamos crecer,
ser más, más poder, ¡más anti-mutantes!
- Peligrosos...
¿Y esto para qué sirve? - le muestro un maletín con dos jeringas con aspecto de
ser peligrosas.
- No... No debes
saberlo...
- Vamos,
amigo... Íbamos bien... Y no te he hecho daño aún - dejo las pinzas a un lado -
Si cooperas, prometo no matarte.
- ¡Tú eres
mutante! ¡Tú matas humanos!
- Tranquilo,
tranquilo... vamos... ¿cuál es tu nombre? - pregunto cambiando de tema para
calmarlo.
- Roger... Roger
Fizzelton... general y fundador del grupo anti-mutante.
- ¿Los mutantes
te han hecho daño?
- Los
mutantes... ellos mataron a mi hermano... a mis amigos.
- ¿Quiénes
fueron?
- De hielo...
soldados de Frozort.
- Frozort es tu
enemigo, no los demás mutantes.
- Debo...
eliminarlos a todos...
- ¡No! - exclamo
enfadado - ¡Debes eliminar a Frozort!
- A Frozort...
Debemos matar a Frozort.
- Así es... él
es tu verdadero objetivo.
- August... es
peligroso...
- Será tu segundo
objetivo, pero debes recapacitar. Los demás mutantes no tienen la culpa, no
todos son peligrosos, algunos intentan... ser héroes. Roger... tú puedes
significar un gran cambio.
- Yo puedo... yo
puedo...
- Claro,
amigo... Sólo debes tranquilizarte un poco.
-
Tranquilizarme... Me tranquilizo. - repite como loco, diablos... este hombre me
da lástima. Mientras balbucea, tomo el maletín de nuevo y lo abro.
- Esto... ¿sirve
para algo?
- El líquido en
esa jeringa fue extraído de recursos naturales que se vieron afectados por la
explosión de Lastaror, contienen esa energía que podría convertir a un humano
en mutante. - dice Roger con más calma que antes - La probamos en uno de los
soldados, pero tan pronto como descubrió como usar sus poderes lo
neutralizamos.
- ¿Con qué
propósito lo crearon?
- Por si era
necesario... de hecho... ¡puede ser útil ahora! Puedo convertirme en uno de
ustedes y ayudar a acabar con los mutantes malvados.
- Ojalá fuera
así de fácil... Pero no sabemos si tendrá un efecto negativo en otra persona...
Recuerda que solo lo probaron una vez... Quizás el tipo tuvo suerte.
- Cierto...
¿crees que ya puedas bajarme de aquí?
- Claro. - lo
libero rompiendo las esposas - Eres un buen hombre Roger, puedes ayudar a la
humanidad con tu ejército. ¿Tendrás algo más que pueda ser de utilidad para mí?
- Tengo bastante
armamento, algo de ropa para compensar la que te arruinamos y una armadura muy
buena que te ayudará en combate.
- ¿Qué clase de
armadura?
- Es un traje de
batalla, se ajusta a tu complexión y se conecta a una parte de tu cuerpo,
puedes desplegarla y guardarla mentalmente, es tecnología muy avanzada.
- Y si es tan
buena esta armadura... ¿por qué ninguno de tus hombres la llevaba?
- Es doloroso
llevarla, se tiene que reemplazar tu tejido por el aparato, no es tan grande,
pero ocupa una incisión profunda.
- Ya he sufrido
demasiado, creo que si la armadura es realmente bueno, es un dolor que valdría
la pena... ¿puede realizar el procedimiento?
- ¡Claro que sí!
Vamos a la sala de experimentos.
- Que ansioso me
siento por volver allí. - digo en tono sarcástico.
Unas horas más
tarde nos encontramos en la base, Kurt fue muy discreto, tomó una siesta sin
que me enterara, claro que mientras él dormía, a mí me implantaban una armadura
que me volvería más difícil de derribar. Le pedí a Roger que lo implantara en
mi talón derecho, es discreto, dudo que alguien llegue a ver mi talón... O el
resto de mi cuerpo, llevo ahora un pantalón militar oscuro y una playera oscura
de manga larga... Esto podrá ocultar la mayor parte de mis cicatrices.
- ¡Listo! -
exclama Roger con tono de celebración - Cuando estés listo activa la armadura.
- De acuerdo.
Me concentro un
momento y entonces mi pierna se empieza a ver rodeada de una especie de traje
mecánico negro con líneas rojas verticales, en cuestión de segundos todo mi
cuerpo está protegido con ese traje, en seguida aparece también un casco, es
redondo y negro como el traje, tiene un visor rojo con forma de "V" y
curiosamente se queda atascado en la parte trasera de mi cabeza, formando una
cola de caballo con mi cabello.
- Se ve bastante
bien. - me digo a mi mismo mientras me miro en el reflejo que crea el cristal
de una cámara de tortura - Pero creo que necesitaré un corte de cabello. -
volteo y veo que Roger no está en la habitación.
De repente
escucho el grito de Roger en la sala de armamentos, salgo para encontrarlo con
una mano en su yugular y un maletín bastante familiar en el piso, camina adolorido
y sale de la base. Se ha inyectado el extracto de la esfera de energía que
explotó en Lastaror.
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Kurt
Después de
dormir un rato en la base soy despertado por el grito de un hombre. ¿Será
Desmond? Sigo el sonido para salir de la base y encontrar a una persona con una
especie de armadura negra con rojo. Delante de él, a varios pasos de distancia,
está el jefe de los soldados, parece estar sufriendo, pero ¿dónde está Desmond?
- Mantente
alerta Kurt. - dice el hombre de la armadura, su voz tiene un efecto
distorsionado - Roger podría ser un peligro ahora. - se quita el casco sin
mover un solo dedo, ¡es Desmond!
- ¿Qué pasa con
soldado?
- Creo que
intentó transformarse en un mutante y lo está logrando... Pero no como él
quería.
El soldado
empieza a gritar como si sufriera mucho, de pronto su piel se le empieza a
desprender bruscamente, sólo podemos ver sus músculos, es asqueroso, de un
momento para otro empieza a deformarse para convertirse en una bestia
corpulenta, desollada y mal formada, no tiene pies, dónde debería estar su
torso es como una esfera enorme con un montón de ojos alrededor, parece tener
cientos de ellos. La base de su cuerpo es plana, de esta forma se comienza a
arrastrar por el suelo, sus brazos son largos y puntiagudos, donde deberían ir
sus manos tiene aguijones, su cabeza se encuentra en el centro de su torso
apuntando hacia el cielo, no tiene ojos, no tiene nariz, sólo tiene una boca
enorme y sin forma. Es lo más repulsivo que he visto en mi vida.
Cuando deja de
gritar se aproxima hacia Desmond, me pongo cerca de él y entonces nos
separamos, el monstruo se detiene y gira hacia mí, me preparo a atacar,
convierto mi brazo en un cañón y empiezo a disparar arpones a varios de sus
ojos, le doy a siete de ellos haciéndolos sangrar, pero no retrocede, entonces
Desmond salta y le da una patada en la cabeza, ni se tambalea, es lento y
resistente. Entonces, me transformo en un arpón gigante y Desmond me lanza con
gran potencia hacia el torso deforme de la bestia, le atravieso violentamente,
Desmond se lanza al ataque ahora, siento como lo golpea con fuerza, toma uno de
sus brazos, lo arranca sin piedad y usa el aguijón para enterrarlo en la boca
del monstruo, profundamente y entonces lo derriba, me transformo para quedar
sobre la bestia y me convierto en un enorme y poderoso espadón que usa Desmond
para apuñalar a la bestia y recorrer todo su torso para abrirlo y dejar su
cuerpo deforme con las tripas asomándose y su propio aguijón saliendo de... lo
que debería ser su garganta.
Tras el combate
hablamos poco, regresamos a la base para tomar algunas cosas.
- ¿Qué harás
ahora? - pregunto a Desmond.
- Aún tengo dos
años para entrenar antes de reunirme con mis compañeros.
- Yo entreno
contigo, somos buen equipo.
- No tienes nada
mejor que hacer ¿verdad?
- Aprender a
mejorar poderes siempre es bueno en compañía.
- Buen punto,
tomaré mis cosas y algunas armas antes de irme.
Toma su mochila,
espadas, dagas y algunas armas de fuego, nos dirigimos a la salida y se detiene
a recoger un maletín, saca lo que hay dentro y lo mete a su mochila. Nos
dirigimos a mi casa ahora, allí entrenaremos durante dos años.
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