Yuki, ki to umi: Capítulo extra 2: Lamentos

Doble capítulo para compensar mi ausencia.

¡Disfruten el capítulo! ¡Un segundo extra!

Arte de PrinceOfRedroses y rinmarugames

Y....

¡Un nuevo personaje!

<Midori Writer> ¡Fuera!


Yuki, ki to umi

Capítulo extra 2: Lamentos



Después de que Yukino-san, Umi-kun, Kyoko nee-san y mi madre regresaron de la visita al abuelo, mi madre regresó molesta.

-¡Se ha vuelto loco! ¡Cómo se le ocurre mandar a dos mujeres y a un bebé a vivir a una propiedad tan grande como esa y con desconocidos! 

-¿Que ocurrió, Yukino-san?

Pregunté ante la reacción de mi madre.

-Hablé con el líder. Tenías razón, él no es una mala persona. Me pidió que me reubicara en la propiedad de mi familia con Kyoko-san y Umi-kun.

-¡¿Qué?! ¡Pero ahí van a estar a merced de Suzuki Aoi y su familia! ¿Y si intentan hacerles algo o peor, robar a Umi-kun?

Respondí molesto.

-No te preocupes por eso, Eikichi-san. El líder le pidió a varios de los espers de nivel 1 de la organización reubicarse en las casas dentro de la propiedad para protegernos, además, Hiro-san y su familia estarán ahí también. Estaremos bien.

Apenas y conozco a Yukino-san, pero esa sonrisa no es sincera. Siempre sonríe de esa manera cuando no quiere que me preocupe. 

Por supuesto que me preocupa, ella no tiene familiares en este mundo, solamente Umi-kun. Ser engañada de esa manera por Suzuki Aoi y su familia y estar a punto de perder a su hijo a causa de ellos, ¿no le afecta...? ¿Por qué tiembla tu mano derecha y por qué la sostienes con la otra? ¿Por qué no le dijiste que no al viejo? ¿Por qué? Es obvio que tienes miedo. ¿Por qué no pides nuestra ayuda? Pensé.

-Los espers de la organización estarán en una semana en la propiedad. Cuando ellos estén ahí, nosotros nos iremos para allá. Eiko-san, Eikichi-san, Daikichi-kun, Kyoko-san... muchas gracias por su cuidado y su apoyo hasta ahora. Sin ustedes no sé donde estaríamos Umi-kun y yo. 

Yukino-san inclinó su cabeza... mientras mi madre y mi hermano la observaban y Kyoko nee-san secaba las lágrimas de sus ojos. Yo no dije nada. No pude. Estaba molesto. Ella no tenía nada que agradecerme. Gracias a ella sufrí, sí, pero me di cuenta de muchas cosas también. Estaba cegado por el amor hacia Yuka e incluso estuve a punto de secuestrar a su hijo... pero ella simplemente se olvido de eso y me agradece... Yo simplemente... no sé qué decir. Ella ya decidió que se va y yo no puedo hacer nada para detenerla. Es su vida y yo no puedo intervenir en ella.... Mierda... que estoy pensando.

---- 



La noche de ese día todos dormían, pero yo no podía conciliar el sueño. De repente, sentí que la presencia de Yukino-san se alejó de la casa, así que oculté mi presencia y la seguí. Caminó por media hora, hasta que llegó a una pequeña casa de madera, cerca de un parque. Se elevó a si misma dentro de la propiedad abandonada y se sentó afuera de la casa.

Todo estaba oscuro, pero la luna iluminaba un poco la casa. Los ojos de Yukino-san brillaban con el reflejo de la noche. La observé un momento hasta que ella comenzó a llorar. Primero sus lágrimas escurrieron hasta sus mejillas, después lloró desde lo profundo de su pecho hasta que su voz salió.

Sentí el deseo de ir y abrazarla, pero me contuve. Lo que hice fue descubrir mi presencia y ella rápidamente la sintió y se secó rápidamente sus lágrimas.

-¿Qué haces aquí, Eikichi-san?

-Sentí tu presencia salir de la casa, así que te seguí.

-Lo siento, yo solamente quería regresar aquí por lo menos una vez más.

-¿De quién es esta casa?

Pregunté y me acerqué a ella, sentándome a su lado.

-Era donde vivía con mis padres. Cuando los familiares de mi padre murieron, nos fuimos a vivir a la propiedad de los Yamada, pero en esta casa viví toda mi niñez. Fueron momentos felices. Me gustaba mucho vivir aquí.

Ella soltó un suspiro y recargó sus manos al piso de madera. Alzó la mirada hacia el cielo y tragó gordo. Era obvio que se estaba conteniendo de llorar.

Sentí curiosidad sobre lo que había sucedido con el abuelo, así que me decidí a preguntarle.

-¿Que te dijo el viejo, Yukino-san?

Ella tomó mi mano.

-¿Puedes hacer lo mismo que tu abuelo?

Cuando ella tomó mi mano lo entendí. Ella quería que hiciera una barrera de poder, como lo hace el viejo.

-Sí, puedo hacerlo. Pero no dura mucho tiempo. Él lo puede hacer indefinidamente, yo no.

-Hazlo, por favor, Eikichi-san.

Cerré mis ojos y formé la esfera. Ella tomó mi mano fuertemente.

-El líder me dijo que en la propiedad de los Yamada hay registros de los espers, desde su historia hasta una especie de censo, donde están escritos los nombres de todas las familias espers del país. Mi abuelo llevaba el registro, hasta que murió.

-¿Y donde están esos registros?

-No sé y tu abuelo tampoco. Mi padre sabía dónde estaban, pero murió y nunca me lo dijo.

-¿Que tienes que hacer con esos registros?

-Aprendérmelos y quemarlos.

-Esa es mucha responsabilidad, y tu vida y la de Umi-kun y Kyoko nee-san estarían en peligro.

-Lo sé, pero acepté a hacerlo. Si alguien descubre esos registros, seremos descubiertos y asesinados. Quizás les sea difícil hacerlo, pero nos veremos envueltos en una batalla y mejor deseo prevenir eso. Quiero salvar la vida de todos y asegurarme de que el futuro de Umi-kun será pacífico. No quiero que viva entre la batalla entre los espers y los seres que desean destruirnos. Quiero que viva lo más "normal" que pueda.

Ella estaba decidida a hacerlo. Nada de lo que salga de mi boca la hará cambiar de parecer. Quiere protegernos y proteger a su hijo y su futuro, pero... ¿quién la protegerá a ella? Yo sé que los espers que vivirán en la propiedad hasta darían su vida por proteger su vida y su integridad, pero... sus sentimientos, sus miedos, sus deseos... ¿quién lo va a proteger?

-¿Lo harás tu sola?

-Hiro-san posee habilidades mentales, así que él me ayudará con los registros. Pero primero debo encontrarlos.

-Entiendo.

Disipé la esfera de poder y ella soltó mi mano.

-Yo... quería decirte Eikichi-san... no sé si tu madre lo sepa, pero no le he dicho lo de Yuka-san. Lamento sacar el tema, se que realmente no quieres escuchar nada de eso, pero yo no le he dicho nada ni Kyoko-san, así que si quieres mantenerlo en secreto puedes hacerlo. El secreto se irá a la tumba con nosotras.

Quizás ella no lo sepa, pero estoy seguro que mi madre ya lo sabe. Debió escuchar la conversación que tuvimos ese día en casa de los Suzuki.

-Gracias Yukino-san.

Nos quedamos en silencio. Ella miró hacia el cielo otra vez y yo la miré a ella. Sus ojos brillaban con el reflejo de la luna y sus labios tenían un leve tono rosa en ellos. Traía un suéter de color negro, que era mío cuando era más joven, pero que se veía mucho mejor en ella y unos jeans de mezclilla. Volví a mirar el contorno de su cuerpo y mi mirada regresó hacia sus labios. De repente, recordé su voz dentro de mi mente, llamándome por mi nombre y pidiéndome que regresara.

Puse los codos sobre mis piernas y sostuve mi cabeza con ambas manos y bajé la mirada. Pude recordar la sensación de su cuerpo en mis brazos y también recordé la sensación de sus labios sobre los míos.

-Eikichi-san, ¿estás bien?

-¿Eh?... Yo... Sí, sí... estoy bien. 

-¿Te pasa algo? ¿Te hice recordar algo malo? Si es así, yo...

-Estoy bien. No es nada malo. ¿Nos vamos? Ya es tarde.

-Tienes razón.

Ella nos hizo levitar hasta que atravesamos la barda de esa casa. Caminamos juntos hasta la casa y en silencio cada uno entró en su habitación.

No pude conciliar el sueño esa noche. En mi mente se cruzaban pesadillas y también el recuerdo de la voz y el beso de Yukino-san.



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Seis días pasaron rápidamente. Yo regresé a la habitación que rentaba cerca de la Universidad. Al día siguiente iba a ayudar a Yukino-san y a Kyoko nee-san con la mudanza.

Estaba viendo en mi laptop videos de procedimientos de aborto en fetos de tres meses. Era una tortura, pero de alguna manera tenía que saber. Estaba sumamente deprimido y aún más después de ver los videos.



De repente tocaron a la puerta. Yo sabía quién era, conozco esa presencia. Yamasaki Reiji, un ésper de nivel 3.

Reiji es mi amigo desde la preparatoria. Él y yo siempre nos disputábamos el segundo lugar de la escuela. El primer lugar siempre lo sacaba su ahora cuñado, Hashimoto Akihito. Nuestra amistad surgió porque él se enteró que mi abuelo era un inversionista de la empresa de su abuelo, así que su abuelo le sugirió que comenzara a llevarse conmigo. Él aceptó sin protestar y, aunque yo sabía el motivo por el cual se me había acercado, comencé a llevarme con él. 

Yo también tenía mis motivos ocultos, a mi me gustaba su hermana gemela, Reiko-chan. Pero rápidamente mi primer amor fracasó, porque ella se enamoró del ególatra y masoquista de Akihito, que ahora está muy enamorado de ella, pero en ese entonces, solamente estaba interesado en competir con Reiji y conmigo por ser el primero en la escuela.

Reiji y yo seguimos siendo amigos desde entonces. También tengo una buena relación con Akihito y con Reiko-chan. Lo único que obtuve de mi primer amor, fue que robé su primer beso e hice enfurecer a Akihito. Al menos, gracias a eso él reaccionó y se dio cuenta de su amor por Reiko-chan. Ese fue mi primer beso también. Recordar eso me hace sentir que la vida en ese entonces era realmente pacífica. Mi vida es un caos emocional ahora.

-Eikichi, ¿cómo estás?

-Pasa.

Reiji vive en una gran casa, en la propiedad de su abuelo. Comparado con mi departamento, que es del tamaño del baño de las habitaciones de esa gran casa, me hace sentir un poco mal, pero a él no le importa. Él es muy serio y directo y siempre me escucha cuando lo necesito.

-¿Te ofrezco algo?

-¿Tienes café?

-Instantáneo.

-Dame café, aunque sea de ese, por favor.

-Claro.

Reiji se sentó en la mesa de la habitación y vio lo que estaba mirando en la laptop.

-¿Qué carajo estás mirando? ¿Aborto? ¿Qué ocurrió, Eikichi? Deja el café para después. Siéntate y dime.

Me senté de frente a él y recargué mi codo en la mesa. Él comenzó a hablar.

-Me enteré que Yuka-san tuvo un hijo de Aoi-san.

-Así es.

-¿Y por qué estás mirando videos de aborto entonces? Mira la cara que acabas de poner. ¿Qué pasó?

-Yuka abortó un hijo antes de casarse con Suzuki Aoi.

-¿Qué? No me digas. ¿Era tuyo?

-Sí.

-Mierda. 

-Ella lo abortó de tres meses. El bebé ya no era un embrión, ya era un feto. Incluso, tiene forma de bebé. Yo.... ¡agh!

-Eres un pendejo y ella es una golfa.

-Reiji...

-¡Te dije que yo la había visto en la fiesta que organizó mi familia con Suzuki Aoi y tu no me hiciste caso! Ellos no hicieron nada, pero ella andaba muy pegada de él.

-Lo sé.

Golpee mi cabeza sobre la mesa.

-Reiko la vio en la preparatoria donde asistía Aoi-san, lo estaba esperando en la entrada.

-Maldita sea. Soy un pendejo.

-Bueno, al menos lo admites. ¿Y cómo te enteraste?

-Suzuki Aoi me lo dijo. Y ella lo aceptó.

-¿Cuando los viste?

-Hace como una semana.

-Antes de tu "enfermedad"

-Sí.

-¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que realmente pasó?

-Recuerdas que te dije que iba a ir a rescatar al hijo de Yuka de ese lugar.

-Sí, lo recuerdo y te dije que eras un estúpido por hacerlo.

-¿Y recuerdas que te dije que en su lugar rescaté a una muchacha y a su hijo de ahí? 

-Sí, la que me dijiste que tenías bonitos ojos y pechos grandes y el hijo ilegítimo de Aoi-san. Lo recuerdo. También recuerdo que dijiste que encontraste a tu prima, que tu mamá había buscado por mucho tiempo y que la ibas a ir a rescatar de ahí.

-Yukino-san y yo fuimos a rescatar a Kyoko nee-san de casa de Suzuki Aoi.

-¿Yukino-san? Así se llama entonces, la hija de los desaparecidos Yamada.

-Sí.

-¿Y ahí viste a los esposos?

-Sí.

-¿Y qué pasó?

-Cosas que no me vas a creer.

-Como la cosa de fuego que hiciste el otro día, o el golpe que rompió la pared de la escuela y donde tuvimos que huir. ¿Esa clase de cosas?

-Sí.

-Mierda. ¿Y Ellos también hacen eso? ¿Son espers?

-Sí, aunque no lo creas y Reiko-chan y tu son espers también.

En una ocasión, cuando íbamos en preparatoria, le mostré mis poderes a Reiji. Se supone que es un secreto y que nadie más debe de saber de nosotros los espers de nivel 1, pero Reiji es tan escéptico cuando se trata de lo sobrenatural que decidí mostrarle. Es la única vez que he visto a Reiji sorprendido y no le ha dicho nada a nadie, ni siquiera a Reiko-chan.

-No me gusta saber que soy un ésper débil. Pero no cambies el tema.

-Entonces Suzuki Aoi me dijo que Yuka estaba embarazada cuando se comprometieron y que él iba a romper su compromiso si ella tenía al bebé.

-Él solo se quería un pretexto para no casarse. Y lo dijo para provocarte.

-Supongo. Pero Yuka abortó a mi hijo para casarse con él.

- ¿Y consiguió provocarte?

-Mucho.

-¿Lo golpeaste?

-Sí... creo.

-¿Qué pasó? ¿No recuerdas?

-Por fragmentos. Es como si me hubieran borrado un poco de lo que pasó. 

-¿Y qué pasó?

-Yukino-san me besó.

-¿Por qué?

-Más cosas éspers.

-Explícate.

-Al parecer Suzuki Aoi posee una habilidad que deshace lo que toca, como el ácido. Él me tocó y le hizo algo a mi brazo. No lo recuerdo bien.

-¿Y qué tiene que ver con el beso de Yukino-san?

-Ella regenera cualquier daño físico del cuerpo con el contacto directo de sus labios. Así fue como mi hermano se compuso rápidamente de las fracturas que obtuvo después de su ataque.

-Entonces ella lo hizo para curarte.

-Sí.

Solté un suspiro.

-Entonces quiere decir que para ella no significó nada, o ¿tú qué crees? 

-Ella besa tan jodidamente bien que aún estando medio inconsciente lo recuerdo e incluso respondí a su beso y use mi lengua.

-¿Y qué pasó después?

-Me desmayé. Desperté en mi casa.

-¿Te gusta ella?

-Apenas la conozco. Ella es muy hermosa y sin duda me gusta. Ella es decidida y se preocupa por la demás gente. Se hace la fuerte y no le gusta mostrar debilidad. Ella tuvo a su hijo en sus circunstancias, a pesar de no tener familia que la apoye y se atrevió a huir de la casa de los Suzuki, sólo con su hijo y Kyoko nee-san, sin importar nada. También la admiro por eso.

-¿No la estarás comparando con Yuka-san, es decir, que Yukino-san se atrevió a tener a su hijo y Yuka-san no y por eso ella te gusta?

-Desde el principio la admiré, pero debo decir que tienes un punto ahí.

Solté un suspiro y recargue mi rostro a la mesa.

-¿Qué?

-Yukino-san vivió en mi casa todo este tiempo, pero ahora se va a ir de ahí y no la veré más.

-¿A dónde va?

-Va a regresar a la casa de los Yamada, con unos sirvientes, su hijo y Kyoko nee-san.

-¿No la puedes visitar?

-Si puedo, pero no quiero verla ahora.

-¿Por qué? ¿Por tu hijo? ¿Por qué te afecta tanto? Entiendo que estés enojado, pero normalmente a un hombre no le afecta tanto.

Levanté mi rostro de la mesa y lo miré a los ojos.

-Esto es un secreto. Solamente tú lo vas a saber fuera de mi familia. 

-Entiendo.

-Cuando mi padre murió mi madre estaba embaraza de una tercer hija.

-¿Y murió?

-Mi madre estaba muy afectada por la muerte de mi padre, pero intentó dar todo de sí, porque estaba embarazada de mi padre y esa bebé era un recuerdo de él. El embarazo iba bien, pero de la nada la bebé murió en el vientre de mi madre. Mi abuelo la llevó rápidamente al hospital, pero aún así, mi madre dio a luz a una bebé muerta. Recuerdo cuanto deseaba a esa bebé y su sufrimiento al perderla. Yo... no puedo dejar de sentirme culpable. Ayudé a procrear un bebé que acabó muerto y que no era deseado por su madre. Yo... lo maté. 

-Escucha Eikichi. Yo nunca me he sentido como tú te sientes, así que no puedo entenderte. Acerca del hijo que procreaste con Yuka-san y no nació, debes asumir la responsabilidad ante ti mismo. Admitir que sí, tuviste la culpa de la procreación del niño y colaboraste con su destino final, pero la decisión de matarlo no fue culpa tuya. Dime, si tu hubieras sabido de él y que Yuka-san lo quería matar, ¿Que habrías hecho?

-Impedirlo a toda costa. Yo sé que es su cuerpo y que ella puede hacer lo que quiera con él, pero el bebé también era mío. Además, por razones que no conoces, pude haber hecho que la detuvieran de muchas maneras.

-¿Tiene que ver con los espers?

Asentí con la cabeza.

-Entiendo. Y acerca de Yukino-san, deberías dejar ir esos sentimientos de culpa con respecto a tu hijo con Yuka-san y tratar de descubrir si esos sentimientos que tienes por ella pueden ser de amor o solamente de admiración. ¿O hay algo más que te molesta?

-No realmente.

Golpee mi frente en la mesa.

-Eres un pendejo. ¿Te preocupa que tenga un hijo con otro tipo?

-No, Umi-kun es un buen niño. Casi no llora, más que para comer y cuando se hace encima y tiene una bonita sonrisa, aunque aún es un bebé. Además, tiene los ojos de Yukino-san.

-Entonces, solamente te preocupa el tipo en sí.

Levanté el rostro de la mesa.

-Ella parece no sentir nada por él... pero el sólo hecho de saber que ella se acostó con él, me molesta. ¿Y si ella en verdad todavía siente algo por él y sólo demuestra que no por hacerse la fuerte?

-Eres un egoísta. Además tu no solamente te acostaste con Yuka-san y la embarazaste, sino que te acostaste con Chiho-san también. ¿O eso no cuenta?

-Soy un pendejo y un egoísta.

-Sí.

-No sé qué hacer. No puedo dejar de pensar en el bebé que iba a tener. Yukino-san se va a ir de la casa de mi madre. Maldición...

-Voy a ser directo Eikichi. ¿Quieres acostarte con Yukino-san?

-No... bueno, sí. ¡Maldita sea Reiji! Ya cállate. Me haces decir cosas que no quiero decir.

-Entonces si quieres solamente revolcarte con alguien, ve a buscar a Chiho-san. Ella estaría más que encantada.

-No, con ella me acosté solamente porque me sentía solo y quería estar con alguien. Soy un idiota.

-Sí, lo eres. Por eso yo no me acuesto con nadie con quien no tenga compromiso. Es molesto. Pero entonces, si no quieres solamente sexo, ¿qué es?

-La quiero toda para mí. Quiero que sea solo mía.

Reiji me miró fijamente y después sonrió.

-Pero ya tiene un hijo, así que no va a ser solo tuya.

-Sí y Umi-kun no me molesta, pero ya te dije quiero que sea sólo mía.

-Piensa bien esa cuestión, porque ella nunca va a ser solo tuya. Ella ya fue de alguien, aunque te duela. 

-Sí... 

Suspiré

-¿Y tu amor por Yuka-san?

-Ella mató todo el amor que sentía por ella en el momento en que se deshizo de nuestro hijo.

-Ser tú es difícil.

-Me duele pensar en un posible amor, mientras mi hijo no tuvo la oportunidad de nacer.

-Déjalo ir.

-Mierda...

Golpee la cabeza en la mesa y, tranquilamente, solté mis lágrimas, mientras Reiji se levantó y caminó hacia la cocina a hacerse un café.

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Me levanté rápidamente, pero ya era de noche. Me quedé dormido después de platicar con Reiji. Supuse que ya se habría ido, pero él estaba aún ahí, mandando mensaje por el celular.

-¿Por qué sigues aquí?

-Que mal amigo eres, me voy.

Me empecé a reír fuertemente y Reiji solamente sonrió.

-Me esperas me arreglo y nos vamos a cenar. Yo invito.

-Está bien, pero no quiero ir a ese restaurante de mal gusto de la otra vez.



Cambié mi ropa y salimos de mi cuarto hacia un restaurante cercano. En ese momento, él me pregunto:

-Y al final, ¿qué decidiste?

-Aún no lo sé, pero quiero darle una oportunidad a lo que siento por Yukino-san.

-¿Y si terminas con el corazón roto?

-Para eso te tengo a ti, ¿no Reiji?

Él sólo sonrió.

-Más te vale que resuelvas tu vida de una buena vez. Cancele una cena con Nozomi-san por ti.



-Sí, si.

---CAPÍTULO 19---                                                                  ----CAPÍTULO 20----

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