Mad World - Capitulo 8

Nuevo y largo capitulo para ustedes. Espero que lo disfruten.


Capitulo 8: Pasado y Necrofagos

Parte 0


Amara Gaertner estaba frente al juzgado. La joven abogada estaba realmente nerviosa. Su trabajo era simple, pero no esperaba que la evidencia sea manipulada de tal manera. Ella sabía que los testigos estaban mintiendo, todos lo sabían, pero el juez no. El juez escuchaba detenidamente los testimonios de los testigos mientras miraba fijamente al acusado, un Críptido, un Licántropo. Amara quería ganar el juicio honestamente, pero cuando la evidencia fue alterada y los testigos sobornados ella sabía que no podía hacer mucho a este punto. Ella miro a su cliente sentado a su lado, un joven que no llegaba a los 18 años, acusado del asesinato de una familia entera. Amara miro frenéticamente sus documentos, sus notas, las evidencias y testimonios aparte que estaban por escrito y firmados. Ella estaba por protestar y acusar a los familiares de las víctimas y la policía por alterar la evidencia hasta que frente a ella mostraron las cámaras de seguridad de la calle. La ultima evidencia. En ella estaba el joven acusado entrando a la casa y minutos después saliendo con sangre en su ropa. Amara vio el video original, ese no era su cliente, era un hombre mayor y en este video que mostraban en la corte estaba borroso y retocado para beneficiar al verdadero culpable. Amara se levanto de la silla y protesto.

—¡Su señoría! —Ella grito—. Protesto. Ese video fue retocado. Yo he visto el video original y le puedo asegurar que los oficiales que lo vieron tienen los rasgos faciales del culpable.

—Su señoría, la evidencia esta frente a usted —Dijo el abogado de la familia de las víctimas. El estaba acompañado por un Agente de Seguros y un joven Criptozoologo—. ¿Va a creerle a la evidencia irrefutable... O a una abogada recién graduada sin la evidencia para desmentir el video?

—Tengo evidencia de sobra. El verdadero problema aquí es que ustedes alteraron todo para que les convengan y envíen a mi cliente a la cárcel. Su señoría —Amara levanto sus archivos, se levanto de la silla y camino hasta él para darle los documentos—, aquí tengo testimonios firmados por vecinos y amigos. También testimonios de oficiales que revisaron los videos de vigilancias y la casa. La familia Torres fue asesinada mientras dormía, la evidencia REAL indica que murieron por apuñaladas en el pecho, la garganta y el rostro. Algo que mi cliente, no podría haber hecho. Los testigos que pasaron aquí, testigos falsos si me permite decirlo, dijeron que mi cliente asumió su forma licántropa y los asesino a sangre fría mientras ellos gritaban por ayuda... Algo que no paso en realidad. Aquí me tome la libertad de tomar fotografías de los cuerpos y hacer que los testigos y oficiales involucrados firmen para el juicio. Lo que usted acaba de ver fue el intento fallido de gente que solo se interesa en cobrar el seguro de la familia Torres. Su seguro de vida específicamente dice que estaban asegurados contra accidentes y muerte por Críptidos. Mi cliente, al ser un amigo íntimo de la familia, fue el primer sospechoso por la reciente pelea que tuvo con el miembro más joven de la familia, pero eso no justifica asesinato. Y la evidencia indica que mi testigo a esa hora estaba en un comedor comunitario... Yo le dejo la evidencia real. Usted hará lo correcto... Usted y el resto del juzgado... A menos que los hayan comprado también.

—Señorita Gaertner... ¿Nos está acusando de aceptar sobornos? —Pregunto un hombre del juzgado—.

—Este juicio es un chiste y no me sorprendería... Hagan lo que sea correcto. Mi cliente puede no ser del todo humano, pero tiene derechos como todos los demás, derecho a la libertad y una oportunidad en la vida. Esto es solo otro intento de aprovecharse de los Críptidos y de darles mala imagen. Estamos en el Siglo XX... Actúen como tal... —Amara se acomodo su traje de negocios—. No tengo nada más que decir, su Señoría.

El Juez dio un vistazo rápido a los documento que Amara le había dejado. El abogado opositor miro de reojo a Amara mientras ella lo sonreía con una clara condescendencia y complejo de superioridad. Ella solo esperaba que el sistema no sea tan corrupto como para culpar a su cliente de un crimen que no cometió después de haber presentado evidencia clara y concisa. El juzgado salió para debatir la evidencia y llegar a una conclusión. Amara espero por casi dos horas, la espera se hizo realmente lenta para ella. Ella quería ganar, era lo único que quería. Ella sabía que de alguna manera u otra van a terminar tirando abajo todo lo su trabajo. Paso antes, siempre paso. Ella había llegado a la conclusión de que la vida era injusta con los que merecen más y beneficiaba a los imbéciles. Ella quería cambiar eso y estaba decidida a hacerlo. 

El juzgado volvió y todos se sentaron, un hombre se paro y empezó a leer lo que tenia escrito en una hoja. Todos se pusieron de pie para escuchar la conclusión y el veredicto.

—Después de dos horas y media de deliberaciones, el juzgado a llegado a un veredicto —El hombre dijo y miro a Amara a los ojos—. Encontramos al acusado inocente.

Al escuchar esas palabras Amara se alegro y no podía ocultar su sonrisa. Su cliente también sonrió, pero no por haber ganado, era una sonrisa de alivio seguida de lágrimas en sus ojos. El juez tomo su martillo y hablo.

—El acusado Sebastian Harper es inocente y se levantan todos los cargos contra él. En cuanto a los falsos testimonios y testigos que rompieron el juramento en esta corte serán detenidos por 48 horas. Se levanta la sesión.

Amara dijo salir un suspiro, camino hasta el juez y le devolvió los documentos. Ella no podía ocultar su sonrisa y el Juez lo noto.

—Bien hecho, niña... Tienes futuro en esto... No lo arruines —Dijo el juez y se fue—.

Amara salía del lugar con su cliente mientras el abogado opositor y sus acompañantes, al igual que sus testigos, eran detenidos por la policía. Amara quería festejar, pero todavía tenía trabajo pendiente después de esto. Antes de que pudiera irse, un hombre la detuvo. El llevaba un traje negro y un sombrero. El era alguien mucho mayor que ella, su aspecto delataba su edad avanzada.

—¿Señorita Gaertner? —El pregunto y Amara asintió—. Déjeme decirle que me sorprendió allí dentro. No hay muchos abogados que tomen casos contra Críptidos. Todos saben que están arreglados. Pero usted lo hizo de igual manera y gano porque fue lo suficientemente precavida. Si no hubiera tenido fotos de los cadáveres, testimonios escritos de vecinos y oficiales tal vez todo habría sido en vano.

—Tenía mis dudas, pero lo hice con tal de asegurar la victoria.

—... ¿Usted está en contra del racismo y el odio a los Criptidos?

—Por supuesto, Señor.

—Bien, bien... Escuche señorita... A nosotros nos hace falta alguien como usted. Sé que recién se graduó y tomo este caso inmediatamente sin importar las consecuencias, nosotros buscamos gente así, segura de sí misma y capaz de hacer lo que es necesario por la libertad.

—... ¿Quién es usted?

—Oh, perdón. Mi nombre es Raul Peña y soy parte de un pequeño partido político. Nos gustaría que seas parte de el... Si estas interesada, llámame —Raul le dio a Amara su tarjeta personal, en ella estaba su nombre y su número de teléfono—. Te estaremos esperando.

Esa fue la primera vez que sentí orgullo. Un orgullo tan grande que no sabía cómo describirlo con exactitud. Mi primer trabajo llamo la atención de gente que estaba interesada en hacer un cambio, un cambio significativo en el mundo. Yo quería ser parte de ese cambio, pasar a la historia y hacer lo correcto por los Críptidos. No paso un día y llame para aceptar su oferta... No me arrepiento de mi decisión...

Un par de años después de aceptar la proposición de Raul, Amara se encontraba a tan solo unos pasos del Congreso con varios diputados y senadores. Ella se sentía completamente fuera de lugar y no la podían culpar por eso, era su primera vez dentro y ella solo se quedaría a mirar de lejos, pero eventualmente le tocara participar en los debates y votar por las futuras leyes que se propongan. Amara frotaba sus manos fuertemente y miraba a su alrededor en busca de un rostro conocido y para su suerte, lo encontró. Ella camino rápidamente y se encontró frente a frente con un viejo amigo. Un joven que vestía un traje gris y pelo rubio oscuro un poco largo para pertenecer a un hombre. El miro a Amara y sonrió.

—¡Amara! No esperaba verte aquí —El la abrazo fuertemente por un extenso periodo de tiempo hasta que ella le suplico que se detenga—.

—Si, Johnny. Me alegro de verte aquí...

—No te alegres mucho. Solo vine a verte y a hablar con un viejo paciente. No podre verte haciendo nada en lo que resta del dia. Debo volver al trabajo.

—Muy gracioso, Blackwood... ¿Cómo esta esa bruja que llamas esposa? Seguramente sigue con ese complejo de superioridad suyo —Amara Gaertner y John Blackwood se conocieron hace poco. John se unió al partido político mediante un contacto debido a su trabajo como Doctor especializado en Críptidos en el Hospital Naval que hasta hace poco se negaba a aceptar Críptidos en las instalaciones, tanto trabajadores como pacientes. El era un par de años mayor que ella, pero no se notaba una diferencia físicamente. El se graduó en Inglaterra y vino al país para iniciar una nueva vida, lo siguió su esposa María—.

John era alguien directo y serio la mayoría de las veces pero cuando la situación lo requería suele bromear y no tomarse en serio las cosas. El es padre de un niño de apenas dos años.

—Bien, María está bien... Misma actitud de siempre... Pero cuando quiere puede sorprenderte... Hablando de sorpresas, te tengo una —Dijo John con tono poco profesional—.

—¿En serio? ¿Qué clase de sorpresa?

—María está embarazada, vamos a tener otro bebe —John dio la noticia con gran felicidad, pero Amara no parecía muy contenta. Lo estaba, pero no sabía si estar feliz por el hecho de que iba a tener otro hijo con María, una mujer que ella odia con toda el alma. Pero fingió su sonrisa para hacer feliz a John—.

—Vaya, felicidades, John. Espero que sea saludable. ¿Carver lo sabe? ¿Sabe que tendrá un hermanito o hermanita?

—No, aun no... Pero lo sabrá pronto. Espero que sea una niña... Cuidar a dos varones será mucho más difícil. Créeme.

—Jajajaja, si. Los niños son un desastre... —Por un momento hubo un silencio algo incomodo antes de que Amara le dé un par de palmadas en la espalda—. Eres un hombre afortunado...

—Gracias... Y tú eres una buena amiga...

—Y tú eres mi único amigo, Blackwood. Trata de que la bruja de tu mujer no haga nada estúpido. La veo como la peor madre del mundo.

—Si... Pero tiene sus cualidades... Ojo, mala madre no es.

—Jaja, ya veremos —
Amara se cruzo de brazos y el debate estaba a punto de comenzar. Amara se despidió de John y entro a la cámara de Diputados para hacer de espectador. Ella se sentó y escucho tranquilamente si decir una sola palabra. El debate de hoy era por una ley relacionada a los Críptidos, mas específicamente a su derecho para votar y ser parte de la cámara de diputados—.

—Hoy entraremos en debate sobre las próximas leyes que podrían o no entrar en vigencia. Entre ellas: El derecho de los Críptidos al voto, tanto en elecciones presidenciales como de legisladores —Anunciaron mediante los parlantes—. Tiene la palabra el...

Amara escuchaba atentamente las opiniones de cada hombre y mujer en el lugar. Ella los miraba fijamente a todos por igual y tomaba en cuenta sus opiniones y experiencias. Menos de la mitad parecía estar a favor mientras que la mayoría estaba en contra. Amara veía esto como una batalla perdida, pero eso cambio rápidamente. Un hombre se levanto y hablo para todos los presentes. Este hombre era un opositor y cada cosa que decía le daba asco a Amara.

—Los Críptidos no deberían tener ningún derecho ya que no son humanos. Varios de ellos pueden parecer humanos, pero no lo son. Son monstruos, criaturas que hasta hace poco solo existían en historias fantásticas. Ni siquiera son animales y no se los debería tratar como se los trata a un humano. Si la guerra nos enseño algo, los Críptidos no son más que maquinas de matar sin corazón y no me hagan hablar sobre lo que paso en Malvinas... Los Dragones que nos desalojaron no solo a nosotros, sino a los ingleses y tomaron las islas para ellos... Todos y cada uno de ellos son una amenaza.

Amara se levanto de su asiento y pido permiso para hablar, aun siendo una observadora. Raul estaba con ella y le pido que se siente, pero ella no hizo caso.

—¡Lo dices porque no conoces a ninguno! —Grito ella y llamo la atención de todos los presentes—. Tú que sabes sobre Críptidos. Ellos son tan humanos como tú o yo.

—¿Y tú que sabes? —Pregunto el hombre—. Seguro eres una de esas hippies que protegen a estos monstruos. Dime que me equivoco...

—... Si todos los Críptidos fueran como los describes entonces yo no estaría aquí parada... ¿Debo recordarles a todos ustedes la Dictadura Militar? Miles de desaparecidos humanos y muchos más Críptidos muertos. Vengo de una familia adinerada, eso todos lo saben, pero nadie sabe que una noche casi fui tomada por los militares junto a unos amigos... Un Criptido, un vampiro, nos salvo la vida y no, no fue coincidencia, deliberadamente nos salvo la vida y murió frente a nosotros... Si eligen creerme o no es su problema. Pero sepan que hay Criptidos que aunque sean peligrosos, tienen corazón o al menos conciencia. Tu forma de generalizar me da asco, no todos son así... Al igual que no todos los humanos son santos. Me da vergüenza ser parte de una comunidad que hace a un lado a los que más necesitan ayuda y atención... Piénsenlo bien...

Amara no dijo nada más y se volvió a sentar. Hubo un silencio sepulcral en el lugar y después de unos minutos el debate siguió. Lo que Amara dijo no cambio nada, la gran mayoría seguía oponiéndose y Amara suspiro. Ella alzo la voz y así como vino, fue olvidada. Después de unas horas el debate termino y todos se fueron. Amara salió con un mal sabor de boca y Raul la acompaño hasta la salida.

—No te preocupes, ya podremos hacer un cambio.


Ese día fue el comienzo. Como de a poco comencé a adentrarme al mundo de la política y luche por los derechos de los que más lo necesitan... Pero no importaba que tan duro lo intente, no podía conseguirlo. Pero aun así no me rendí... Quien hubiera sabido que moriría por eso...

Parte 1


Amara estaba mirando el edificio de la OIP desde el techo del edificio que se encontraba del otro lado de la calle. Ella se cruzo de brazos y sonrió. Ya había empezado la operación, su golpe de estado estaba tomando lugar. Ella no podía evitar sonreír casi de manera macabra, pero había algo que la molestaba demasiado. Mejor dicho, dos personas que de las cuales no podía dejar de pensar... Tamara y Abigail. Ella sabía que Tamara seria una fuerza que tranquilamente podría oponerse a ella y acabar con todo lo que logro con solo chasquear los dedos, pero no lo hará si no quiere distorsionar la realidad a su alrededor. Su poder liberado completamente podría tener consecuencias irreversibles sobre el mundo, aun siendo un Hibrido ella tiene un enorme poder dentro de ella gracias a su madre, los demonios eran una fuerza destructiva incomparable. Amara no tiene un plan de contingencia contra Tamara en caso de que libere su poder y la someta a ella y a sus cómplices, pero tiene a gente que puede deshacerse de ella antes de que actué. Ahora sobre Abigail... Ella no reconoció el apellido Blackwood hasta hace poco. Se sorprendió completamente cuando recordó a su viejo amigo, John y entonces todo cayó en su lugar.

—Ya recuerdo... Pero ¿de verdad es ella? ¿Ella es la hija de John? Deje de hablar con él y nunca me dijo el nombre de su hija... ¿Sera ella? Si lo es, entonces... ¿Tendré problemas en matarla si se mete en mi camino —Ella se pregunto y por un breve segundo se cuestiono el plan pero despejo su cabeza—. No debería preocuparme en lo más mínimo, ella es solo una simple oficial de policía. Ella no podría hacer nada contra mí. Solo un poco más y todo estará listo. Si todo falla, aun tengo el Rubí. Con el soy invencible...

—Tu... Te desviaste... —Dijo la boca atrás de la cabeza de Amara—. Tu... No quieres esto... realmente... Lo sabes... Yo lo se... Ella te está controlando... Nos está controlando...

—... ¿Qué mierda dijiste? —Amara grito—. Nadie me está controlando. Esto es lo que quiero. Si quiero cambiar el mundo, debo forzarlo a cambiar. Nadie me escucho cuando estaba viva, voy a crear una sociedad justa para Humanos y Críptidos, si no te gusta puedes irte bien al carajo.

—... Ella... La siento... Jajajaja... Tu... Dejaste de ser... Tu... —La boca dejo de hablar y Amara quedo en silencio—.


—Yo no cambie. Esto es lo que quiero... Para que este país cambie, para que el mundo cambie, tengo que forzarlo a aprender... Como si fuera un niño maleducado que necesita una buena reprimenda... Voy a lograr lo que Arthur Grayson trato de hacer de forma pacifica... Voy a unificar al mundo... No importa si gente muere en el proceso...

Parte 2


Tamara cayó junto al Necrófago al piso que estaba debajo de la oficina de Wells. El Necrófago rápidamente pateo a Tamara y la lanzo contra la pared, después de quitarse a Tamara de encima el Necrófago se levanto y su cuerpo humano empezó a distorsionarse de una manera realmente grotesca, mostrando su piel y carne contorsionándose. Tamara se recupero rápidamente y levanto sus puños que se cubrieron en fuego negro, ella se preparo para lo peor, sabía que los Necrófagos eran capaces de cualquier cosa y no debía confiarse para nada. El Necrófago tomo la forma de un león, la parte inferior de su cuerpo era la de una cabra y su cola era la de un escorpión con un enorme aguijón en la punta, su piel se estaba cayendo a pedazos y su cabeza tenía su carne, venas y vasos sanguíneos expuestos, acababa de tomar la forma distorsionada y macabra de una Quimera. El Necrófago rugió hacia ella con ferocidad y Tamara soltó una carcajada.

—No me asustas, Monstruo... ¿Piensas que puedes ganarme con solo transformarte en algo intimidante? Estas muy equivocado. Yo devoro monstruos como tú para el desayuno —Tamara provoco a su enemigo—.

El Necrófago se tiro contra ella con una fuerza que casi superaba la suya. El Necrófago la golpeo contra la pared y esta se rompió como si fuera de papel, pero no termino ahí, el Necrófago siguió empujándola con fuerza y gran velocidad. Se la llevo contra otras tres paredes, ellos atravesaron cuatro oficinas hasta que Tamara tomo al Necrófago con sus manos, lo levanto y lo golpeo contra el piso. Lo levanto de nuevo y lo golpeo contra el piso varias veces hasta que este estaba a punto de ceder. Tamara agarro al Necrófago por el rostro y con fuerza hundió sus pulgares en los ojos de la bestia. El Necrófago rugió y trato de quitársela de encima, pero ella no se movía. De la espalda del Necrófago crecieron varios brazos y tentáculos que trataron desesperadamente de detenerla, pero ella siguió hundiendo sus dedos en sus ojos.

—¿Te gusta? ¡Voy a seguir hasta que mis pulgares lleguen a tu cerebro! —Tamara siguió hundiendo sus pulgares. El Necrófago alzo su aguijón y apunto directo a la cabeza de Tamara. El aguijón descendió con increíble velocidad, pero Tamara lo esquivo, ella dejo ir al Necrófago para evitar ser apuñalada—.

El Necrófago tomo una forma humana de nuevo y trato de escapar, pero sus ojos no se habían regenerado completamente lo cual ocasiono que se tropiece con sus propios pies y empiece a arrastrarse para salir. Tamara tomo esta oportunidad para acabar con él, se lanzo hacia él, lo tomo de la cabeza y sin soltarlo empezó a golpear su cara contra el suelo repetidamente hasta que le rompió el cráneo y su cerebro no solo quedo al descubierto sino que lo volvió papilla. Tamara se detuvo cuando vio que no quedaba nada del cráneo para romper. Ella se detuvo a contemplar lo que había hecho y no había notado que tenía una horrible sonrisa dibujada en toda su cara. Ella se tapo la boca y espero a que su excitación desaparezca pero no iba a pasársele por un rato.

—Mierda... Me pase un poco... —Tamara desvió la mirada del cadáver y se dio cuenta que ellos habían acabado en una pequeña oficina que por suerte no había nadie más. Aun así, la oscuridad le impediría a cualquiera mirar por donde va, pero Tamara ajusto su vista en el momento en que entro a la batalla. Si lo hubiera hecho antes se hubiera percatado del monstruo frente a ella y actuado mas rápidamente—. Debo volver con los demás y...

Tamara camino hasta la puerta de la oficina pero se detuvo justo frente a ella cuando escucho un rechinido de uno de los escritorios moviéndose. Tamara se dio vuelta y no se sorprendió al ver que el cadáver había desaparecido. Tamara suspiro y su sonrisa se hizo aun más grande.

—Maldita sea... Ustedes no mueren tan fácilmente... Tal como esperaba... —El Necrófago se levanto por detrás de un escritorio. Su cabeza, y por defecto sus ojos, estaba completamente regenerada. El Necrófago escupió sangre y miro a Tamara con ira, pero con una pizca de curiosidad—.

—Y tu eres igual de retorcida que un demonio real... No esperaba menos de un Hibrido —Dijo el Necrófago—. Pero no eres más que un monstruo al final del día.

—Lo dice el monstruo.

—Querida... Hace falta ser un monstruo para reconocer a otro y tú... Eres uno. No importa que tanto te ocultes bajo esa piel, debajo esta tu verdadero ser y con solo verlo, los humanos se volverán locos... ¿Pero en serio te importan? ¿Tanto te importan los humanos como para aliarte con ellos? Es mejor si simplemente vienes al lado ganador.

—... Yo no los ayudo... Yo tengo mi propia agenda y esto que está pasando ahora es un pequeño desvió. No me interesa...

—Típica respuesta —El Necrófago se acerco lentamente—. Si no te interesara, no hubieras saltado a defender a esa mujer... Ella parece tener los pies bien puestos sobre la tierra y eso es un problema... La gente así de enfocada es la primera en cuestionar el sistema y, por defecto, la primera en acabar con su propia vida.

—Quien sabe... Pero no has venido aquí para hablarme ¿o sí?


—No, solo necesitaba saber si tu reconsiderarías un cambio de bandos pero... La oferta ya no está sobre la mesa... —De la espalda del Necrófago salieron patas de arañas tan grandes y repletas de pelo y parecían repugnantes—. Es mi turno de contraatacar.... Si no quieres morir, ¡te recomiendo que no te contengas!

Parte 3

Abigail salio corriendo hasta las escaleras en plena oscuridad con su arma en mano y una linterna. Ella podia escuchar gente gritando en los pisos debajo de ella y se apresuro para encontrarse con Tamara y ayudarla. Ella llego a las escaleras y con cuidado, pero lo mas rapido posible, bajo un piso y alli con solo apuntar con la linterna encontro el camino de destruccion que ocasiono Tamara y el Necrofago. Abigail alzo su pistola y se preparo para cualquier cosa. Ella camino lentamente por los enormes agujeros en las paredes, productos de la pelea, y solo se encontro con silencio, pero no cualquier silencio, un silencio absoluto. Ella sabia que algo estaba por pasar y despejo su mente. En ese mismo instante la pared de su izquierda se cayo a pedazos. En los escombros de la pared se encontraba Tamara, ella habia sido arrojada contra la pared y la destruyo en el proceso.

—¡Tamara! —Abigail fue a socorrerla pero el Necrofago entro en escena tomando la forma de una araña gigante—. ¡Estoy cansada de las malditas arañas gigantes!

Abigail grito y corrio hasta Tamara mientras disparaba directo a los ojos del Necrofago. Lo dejo ciego por pocos segundos y lo hizo retroceder hasta que llego a Tamara. Abigail la ayudo a levantarse rapidamente y Tamara sin previo aviso tomo a Abigail, la cargo y salio corriendo con ella en sus brazos. Tamara llevo a Abigail hasta las escaleras y se ocultaron alli por el momento. El Necrofago esta destruyendo lo que quedaba del piso.

—¿Que haces? —Abigail pregunto—.

—¿Tu que haces? Te vas a morir si te quedas aqui —Tamara tenia un punto. Ademas Abigail todavia estaba sangrando por la herida en su mano izquierda. No era lugar para ella, ella deberia estar en un hospital tratando su mano pero no, ella insistio en seguirla—.

—Vine a ayudarte

—Yo puedo sola

—No puedes sola. Admite que te esta pateando el trasero. Se esta aprovechando de que no puedes usar tu poder sin ocasionar un daño colateral enorme.

—Voy a... admitir eso... Solo si admites que te gusta que te salve cada cinco minutos.

—En primer lugar, Yo no soy ninguna damisela en apuros y tu no eres mi caballero en brillante armadura. En segundo lugar, ¿Que tiene de malo ayudar a una amiga?

—... Nada... Pero digamos que ultimamente las cosas te salen mal y yo termino salvandote la vida —Tamara sonrio—. Voy a empezar a cobrarte cada vez que te salve.

—En tus sueños, Demonio —Abigail recargo su pistola, era su ultimo cargador—. Para que lo sepas, si no fuera por mi, ese Necrofago te habria atacado por la espalda antes de que te dieras cuenta... Muy Bien, repasemos un poco... Los Necrofagos son dificiles de matar. El punto debil es el corazon, pero como cambian de forma constantemente lo cambian de lugar, por lo tanto... Hay que forzarlo a cambiar de nuevo. ¿Notaste que cada vez que cambia de forma la piel y la carne se exponen?

—Si, no hay nada mas grotesco que eso.

—Bien... Vamos a forzarlo. Cuando tenga el corazon a la vista tratare de dispararle y si lo tienes a tu alcance, ¡arrancaselo! No le demos la oportunidad de escapar o matarnos.

—Buen plan, solo hay un pequeño problema

—¿Cual es?

—¿Te das cuenta que hay una enorme posibilidad de que el Necrofago te mate mucho antes de que pudieras hacerle algo?

—Tenme fe. No lo parezco, pero soy implacable.

—Si, ya veremos —Tamara susurro—. Estoy no es una pelicula

—¿Lista? A la cuenta de tres salimos y lo forzamos a cambiar de forma. Yo disparare de lejos mientras tu lo atacas a corta distancia.

—Muy bien... ¿Que hay de Wells?

—Esta bien, Naomi lo protege. Enfocate en esto... ¡Salgamos ahora! —Abigail salio al descubierto. Ella hizo acto de presencia y el Necrofago con su grotesca forma aracnida la miro fijamente—. ¡Oye! ¡Vamos a jugar!

Parte 4

David y Thomas estaban bajando las escaleras hasta el primer piso. Ellos podian escuchar los destrozos y se podia sentir el edificio temblar. David trato de bajar lo mas rapido posible mientras apuntaba con la linterna de su telefono para no caerse. Antes de llegar al primer piso, en el segundo piso se encendieron las luces auxiliares de un color tenue blanco. David guardo su celular y miro a Thomas. El parecia algo nervioso, pero David estaba aun mas nervioso. No por la situacion actual en la que se encontraban, sino porque Thomas es un Wendigo. El trato de deshacerse de sus inseguridades, no habia forma de que Thomas lo ataque por la espalda pero David era muy desconfiado de los Malditos, personas que fueron maldecidas o fueron embrujados. Los Wendigos son humanos comunes y corrientes que cometieron canibalismo en las montañas o bosques en plena tormenta de nieve y fueron maldecidos por el espiritu de un Wendigo, condenados a volverse criaturas humanoides sedientas de sangre.

—No lo tomes mal pero... No me caen bien los de tu clase —Dijo David mientras se insultaba a si mismo. No era momento para decir eso, pero lo dijo de igual manera y se arrepintio completamente de haberlo dicho—.

—No me ofende —Dijo Thomas de la forma mas casual posible—. Es mas, no me interesa. Estoy acostumbrado a estar rodeados de racistas.

—¿Como? —David no se esperaba esa respuesta—. Disculpame, pero no soy racista.

—Sonaste como uno hace un par de segundos

—Bueno... No lo soy... Solo... —David trato de defenderse, pero no sabia que decir—. Mierda, no soy racista. Que te quede muy claro, Niño.

—Claro... Abuelo —Thomas dijo en tono burlon lo que hizo enojar a David—.

—¿Me estas provocando, Canibal?

—Tranquilo, Anciano. No voy a morderte la mano, arrancarte un pedazo de carne ni nada de eso. Por el momento soy mas adicto al tabaco que a la carne... Lo que me recuerda, ¿Tienes un cigarrillo? Llevo horas sin fumar.

La forma en que Thomas llevaba la conversacion sorprendia a David. Thomas parecia ser la clase de persona que no le importaba nada. La situacion en la que estaban claramente le preocupaba, pero no estaba en su lista de prioridades lo que la gente piense de el. David busco lentamente en sus bolsillos y saco una caja de cigarrillos. Le quedan solo dos asi que le dio uno y se llevo el ultimo a la boca. David le dio en encendedor a Thomas despues de encender su cigarrillo. Thomas aspiro y dejo salir el humo de su boca con una sonrisa de placer.

—Gracias a Dios. Ya me estaba dando un ataque.

—... ¿Cuantos años tienes?

—Acabo de cumplir 23 hace unos meses. No me llames Niño, ya soy un adulto... Y si vas a darme la platica de que no debo fumar, guardatela para alguien mas. La maldicion del Wendigo va a matarme mucho antes que el cigarrillo asi que no va a importar mucho —Thomas se llevo el cigarrillo a la boca y de una sola vez se aspiro el cigarrillo completo, retuvo el humo en sus pulmones varios segundos antes de dejarlo salir todo, llenando las escaleras de humo mientras miraba fijamente a David... O mejor dicho detras de el—. Veo que... Nos quedamos mucho tiempo aqui.

—¿A que te...? —David no pudo terminar la pregunta

Thomas lo agarro del brazo y lo tiro escaleras abajo. Detras de David habia un empleado de limpieza con las manos manchadas en sangre que estaba a punto de matar a David con un cuchillo. Thomas se lanzo contra el. El atacante no pudo esquivar con precision a Thomas debido al humo que el mismo exhalo, Thomas lo habia hecho a proposito, lo vio venir. Thomas tomo esta oportunidad para tomar al atacante y llevarlo contra la pared. El alli lo golpeo en el pecho y lo pego contra la pared con hielo que se formo de sus manos y se adherieron a la pared. Thomas no paro alli, congelo sus manos tambien. Thomas dio un par de pasos atras y David despues de caer por las escaleras subio rapidamente para ver a su casi-asesino. David camino casi ileso con un pequeño corte en la ceja, nada serio.

—Mierda —Dijo David—. Pudiste haberme dicho

—Ahora no... —Thomas agarro al atacante por el cuello y el sintio en frio que venia de las manos de Thomas—. ¿Quien mierda eres?

—Jaja, la pregunta seria que hacen ustedes aqui... Pense que el Necrofago se encargo de ustedes. Eso quiere decir que Wells escapo... Pero no saldra de este edificio. Toda la seguridad de este edificio son agentes dobles. El no saldra y ustedes tampoco —El dijo—.

—Me importa un carajo... Voy a salir de este lugar y vos te quedas aca hasta que se termine esta mierda. El hielo no se va a derretir tan facilmente.

—Y vos estas equivocado con pensar que esto puede detenerme —El atacante, sin esfuerzo alguno, se libero del hielo—. No soy un humano comun y corriente. —El dijo y sus ojos se volvieron rojos.

—David... Busca a Naomi y sali... ¡Ahora! —Thomas golpeo a su enemigo, pero el agarro su puño como si nada y no le importo para nada el frio que su mano generaba. El atacante sonrio y revelo unos enormes colmillos debajo de esa sonrisa—. Vampiro... ¡Tenias que ser un puto vampiro!

El atacante, identificado por Thomas como un vampiro, tomo a Thomas por el cuello y lo lanzo contra la puerta que llevaba al segundo piso. El vampiro entonces camino hasta David con calma y seguridad. David sin perder tiempo salio corriendo pero el vampiro lo alcanzo, lo agarro del brazo y se lo rompio antes de que pudiera salir corriendo por la puerta del primer piso. David se agarro el brazo mientras caia al suelo por el inmenso dolor que sentia. El Vampiro estaba por matarlo, pero Thomas salto contra el y juntos rompieron la puerta del primer piso. Thomas comenzo a golpearlo violentamente y cada golpe que impactaba congelaba la piel del vampiro. Thomas miro momentaneamente a David, ambos hicieron contacto visual, y grito.

—¡Ve con Naomi y largate de aqui! —Thomas siguio atacando al vampiro y David, a pesar del dolor, se levanto y salio corriento hasta la planta baja para salir por la puerta trasera—.


CONTINUARA...

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