LA FURIA DE LOS MUTANTES
CAPÍTULO 15
VENGANZA
Desmond Geiserfield
Alan corre hacia mi y nos vamos a
los golpes, esquivo y detengo varios de sus ataques, él logra detener algunos
de los míos, pero al final logro asestar un golpe en su rostro que lo hace
tambalearse, aprovecho para saltar y darle una patada giratoria de talón. Se
incorpora de nuevo e insiste en el ataque, sigo esquivando y cuando menos lo
espera le doy un rodillazo en el estómago, después de eso un golpe de revés que
lo deja aturdido y empiezo a asestar una considerable cantidad de golpes.
Intenta esquivar uno, pero recibe dos a cambio y continúa recibiendo mis
golpes. No me detengo hasta que decide lanzar con su mano una llamarada que me
da directamente en la parte superior de mi rostro.
- ¡HIJO DE PUTA! - grito de dolor
y furia mientras retrocedo y me cubro los ojos.
- ¡Ja! ¿Quién diría que sería tan
fácil? - dice Alan burlescamente.
Tengo la visión nublada y sólo
puedo sentir que recibo golpes y patadas por parte de Alan. Intento bloquear lo
más que puedo, pero no veo de donde provienen los ataques. Tras varios golpes
recibo una patada en el rostro y termino en el suelo. Alan está casi sin
energía, pude sentirlo en sus golpes, los cuales me dio con sus propias manos
esta vez. Intento levantarme lentamente, Alan dejó de atacarme, escucho voces a
lo lejos, después un grito... ¿Matt? ¿No te habrás atrevido, Alan? Después de
un tiempo vuelve a hablar cerca de mí.
- Vamos, Geiserfield. No me digas
que quedaste ciego. No ahora, por favor.
- ¡Cuando recupere algo de
visión, voy a arrancarte las piernas!
- Necesito que veas claramente lo
que está por ocurrir.
- ¡Maldita sea!
Poco a poco voy recuperando la
visión, Alan se ve agotado, pero confiado. Volteo a donde están los demás, Matt
está en el suelo, observando a lo lejos. Miro hacia Alan de nuevo y balancea el
colgante que le arrebató a Matt de un lado hacia otro.
- ¡SUELTA ESO! - le grito y corro
hacia él para atacarlo, antes de llegar, Alan utiliza más rocas volcánicas para
atrapar una de mis piernas, después la otra y comienzo a forcejear para
librarme de ellas.
- ¿Quién lo diría? - dice Alan
sarcásticamente mientras camina alrededor de mi - El poderoso Desmond
Geiserfield, salvador de Ánester, el mutante que derrotó al sádico hechicero
August, está a punto de ser derrotado por el futuro héroe del mundo.
- ¡Eres menos que un trozo de
mierda, imbécil! ¡Estás lejos de ser un héroe!
- ¡No sabes nada! - exclama - Ser
el héroe de una zorra loca y una estúpida niña no te convierte en un héroe
real.
- ¡Voy a arrancarte la cabeza,
hijo de puta!
- ¡Te reto a hacerlo! - exclama
Alan mientras envuelve el colgante con su puño - Tienes un punto débil,
Desmond. Pero yo no tengo debilidad.
Tras decir esto, envuelve su mano
en un fuego intenso, para después cubrirla con roca volcánica y aprieta con
todas sus fuerzas. Me quedo paralizado al ver lo que acaba de hacer. Su mano
vuelve a la normalidad y al abrirla sólo quedan escombros del colgante que tomé
del cadáver de mi mujer en Ánester.
- ¡VAS A PAGAR POR LO QUE
HICISTE!
- Eres débil, Desmond. Tu miedo
te hace débil.
- Te equívocas, Alan. Si tienes
una debilidad.
- ¡Mientes!
- Y tu debilidad me favorece...
- No puedes vencerme.
- ¿Eso crees? - pregunto formando
una ligera sonrisa malvada - Eres débil, porque en este cráter... solo hay un
hombre que se atreve a matar... Y para tu mala suerte, es el mismo hombre que
no puede morir.
- ¡Pero es el hombre que no se
puede mover!
Empieza a golpearme con toda su
velocidad, pero al parecer no le quedan fuerzas. Esquivo y detengo golpes, lo
ataco sin poder mover mis piernas, pero a pesar de todo me siento en ventaja.
Detengo su mano derecha con mi mano izquierda, después la izquierda con mi
derecha, entonces uso toda la fuerza que puedo y libero mi pierna izquierda
para darle un rodillazo con una gran potencia en su estómago. Alan queda
paralizado y suelto sus puños, está de pie, pero retorciéndose y tosiendo, la
parte superior de su cuerpo apunta al suelo mientras escupe su sucia y
asquerosa sangre. Uso la misma fuerza para liberar mi pierna derecha y con esa
potencia asesto una patada en su rostro que lo lanza a una larga distancia.
- ¡Estoy realmente furioso, Alan!
- le digo con odio mientras camino lentamente hacia él - Puedes llamarme
asesino, puedes ignorarme mientras me torturan durante los años que quieras,
puedes dejar al descubierto todas las cicatrices de mi cuerpo causadas por tu
traición... ¡Pero nunca debiste destruir el único recuerdo que quedaba de mi
familia!
Llego hacia donde él se encuentra
y le pisoteo el estómago una y otra vez, después lo pateo en el costado múltiples
veces.
- ¿Qué se siente, infeliz? - le
digo mientras pateo sin parar - ¡Te voy a sacar la mierda a patadas!
- D... Desmond... - balbucea Alan
mientras lo pateo y me detengo apoyando con fuerza mi pie en su pecho - A...
a... amigo.
- ¡No te atrevas a hacerte llamar
mi amigo! - exclamo con odio mientras lo levanto por el cuello con una mano.
- Muere de una vez.
Pone sus manos sobre mis
costillas y con ellas causa una poderosa explosión que me aleja y me deja en el
suelo. Me encuentro boca abajo en la arena, la explosión me dejó sin fuerzas,
sin energía... pero Alan se encuentra igual. Esta será la única oportunidad que
tenga de vencerlo. Si vuelvo a enfrentarlo, será igual de difícil dejarlo en
este punto de vulnerabilidad en la que se encuentra... nos encontramos... Me
incorporo con demasiada dificultad, Alan lucha por mantenerse en pie, tiemblo
al incorporarme, pero me mantengo en pie... difícilmente.
- ¡Date por vencido de una vez! -
grita Alan desesperado - No puedes ni mantenerte en pie.
- No he terminado contigo, Alan.
- Y no podrás hacerlo,
Geiserfield.
- Sabes... - digo mientras se
abre un compartimento lateral de la pierna izquierda de mi armadura, de ella
sale una jeringa - Aún tengo un truco más.
- ¿Qué? ¡No puedes ni moverte!
- ¡Ja! Espero poder moverme. - me
esfuerzo por moverme y tomo la jeringa con mi mano izquierda - Esto... será
peligroso... Veamos para quien de los dos. - entonces levanto la mano e inclino
la cabeza hacia la derecha para dejar el cuello descubierto y me inyecto la jeringa.
Veo imágenes en mi cabeza de
forma instantánea, me muevo con más velocidad que antes, soy mucho más
poderoso, es como si amplificara mis poderes... pero entonces veo algo nuevo,
algo que no podía hacer antes. De pronto me siento como nuevo, con más energía
que antes y como si hubiese entrenado tres veces más duro de lo que he
entrenado desde que tengo memoria.
- ¡Alan! - le grito mientras me
mira asombrado - ¡Voy a arrancarte las piernas!
Corro hacia Alan, intenta lanzar
algunas llamaradas, pero me muevo más rápido que él y las esquivo fácilmente.
Al llegar frente a él, lo golpeo en el estómago con mi puño izquierdo y se
eleva un momento. Entonces con otro golpe en el estómago, lo mando a volar en
dirección horizontal, antes de que pueda caer, corro detrás de él y lo golpeo
en la espalda con la rodilla, dirigiéndolo en diagonal en dirección al golpe.
Cuando llega a lo más alto, con la espalda apuntando al suelo, salto hacia él y
cuando empieza a caer, le ataco con un rodillazo en la espalda y rápidamente un
codazo descendente para hacerlo caer con mucha más potencia. Mientras lo veo
caer, me impulso para alcanzarlo y tomar su rostro con mi mano y, sin soltarlo,
doy tres giros laterales y aterrizo azotando la cabeza de Alan en el suelo.
La arena se eleva alrededor, de
ser concreto estaría muerto... pero aún lo quiero vivo para que vea lentamente
como acabo con él. Tomo a Alan con ambas manos en su cabeza y lo levanto,
entonces uso mi nueva habilidad en él. Está ahora más débil que antes, lo pongo
de pie sin soltarlo y utilizo la misma roca volcánica que él solía usar en mi
contra para cubrirle ambas piernas y mantenerlo de pie. He absorbido su poder.
- Sabes, Alan... durante este
combate he dicho muchas cosas. Que acabaré contigo, que esto está por terminar,
que te sacaré la mierda a patadas y varias cosas más y... a menos que haya
logrado que te cagaras encima... no he podido cumplir mi palabra.
- A... se... sino. - balbucea
Alan con gran esfuerzo.
- Si... es hora de cumplir con
algunas de esas cosas.
Entonces coloco mis manos en los
costados de Alan y lentamente empiezo a levantarlo, Alan grita mientras su
cuerpo se separa poco a poco de sus piernas atrapadas, y después de una leve
tortura, doy un fuerte tirón para arrancarlo completamente de sus piernas. Lo
lanzo hacia delante. Hay demasiada sangre al rededor, Alan está en el suelo y
no se puede mover, está impactado y desangrándose, pero por suerte sigue vivo.
- ¡No me digas que estás
muriendo, Alan! ¡No ahora, por favor! - me acerco a lo que queda de él y lo
observo unos segundos - No sabes la suerte que tienes... tu sufrimiento no
habrá durado más de 5 minutos.
Está acabado, pálido por la pérdida
de sangre, debilitado por falta de energía. No quisiera matarlo tan rápido...
pero morirá en cualquier momento. Cubro su cuerpo de los hombros hacia abajo
con roca y lo mantengo estable creando una base para que no se caiga ni se
tambalee, entonces coloco mi pie derecho en su hombro derecho y mis manos en su
cabeza. Y con fuerza y lentitud la levanto mientras Alan grita desesperado,
está sufriendo como merece. Disminuyo la fuerza y aumento la lentitud, tras
varios tirones, Alan ya no puede ni gritar, sus ojos están en blanco, al ver
esto, decido retorcer su cuello y arrancar su cabeza por completo. Estoy cubierto
de su sangre y la arena del suelo está cubierta de esta misma. Dejo su cabeza
caer al suelo y solo queda en pie el resto de su cuerpo cubierto en roca, como
recuerdo del duro combate que acabamos de tener. Pero más importante... Como
recuerdo de que nadie debe traicionarme.
___________________________________
Jane
Quedamos asombrados tras el
combate que acabamos de presenciar, pero lo más impresionante fue el final.
Alan estaba muerto y Desmond era incluso más poderoso que antes, agradezco ser
su amiga, pero me siento un poco mal por Alan. Sus metas eran buenas y
respetables, pero en el proceso quiso utilizar métodos que no lo favorecieron.
Traicionar a Desmond... atacar a Matt... ofender a la familia de Desmond... no
se pueden respetar sus acciones. Volteo a ver a los demás y están tan
impactados como yo. Lamento pensar esto... pero Alan se lo ha ganado.
Desmond lo observa durante casi
un minuto, pensativo, a pesar del rencor que le tenía por ignorarlo cuando
necesitaba ayuda, él no tenía planeado que algo así sucediera. Después de un
minuto, Desmond se acerca a nosotros mirándonos preocupado.
- Entonces... - agacha la cabeza
mostrando algo de arrepentimiento - Lamento que hayan tenido que presenciar
eso.
- Desmond... - dice Matt antes de
ser interrumpido.
- No me quedaré si no lo desean.
- dice Desmond y nos quedamos sin palabras - Asesiné a nuestro compañero... no
tengo pretexto ante eso.
- Pero yo sí. - respondo.
- ¿Jane?
- De hecho... creo que todos
presenciamos y escuchamos lo suficiente como para saber que lo tenía merecido.
- Todos... ¿Todos ustedes piensan
lo mismo? - pregunta Desmond preocupado.
- En la guerra, no hay piedad
contra los traidores. - responde Arthur.
- Mira lo que llevas en tu cuerpo
por su culpa. - responde Noa señalando las cicatrices de Desmond - Es inhumano
abandonar a un compañero de esa forma.
- Era un egoísta... solo pensaba
en lo que él quería que fuera correcto. - responde Claire con seriedad.
- Alan nunca podrá ser un héroe,
para mi Alan es un villano. - responde Kurt.
- No merecía lo que buscaba
conseguir. - responde Chase - Tú mismo lo dijiste, los traidores no son héroes.
- Sé que merecía un castigo...
pero quizás exageraste un poco al arrancarle la cabeza de esa forma. - responde
Matt de forma bromista.
- Entonces ¿no creen que soy un
asesino despiadado?
- Si lo eres. - responde Matt -
Pero sólo si te hacen molestar mucho. - dice bromeando - Entonces... sobre los
soldados anti-mutantes... ¿Realmente son tan efectivos sus métodos?
- Viste el combate que acabo de
tener, fui atacado por ellos hace un año y medio, no era tan fuerte como ahora,
pero a pesar de todo me derrotaron fácilmente.
- Conseguí las ubicaciones de
otras tres bases anti-mutantes ¿se te ocurre algún plan?
- Si. - le responde Desmond -
Esta armadura no sólo me sirve para cubrirme de los golpes y de más, sino que
está hecha de material anti-mutante. Sus armas no serán efectivas mientras la
lleve puesta.
- ¿Y qué hay de nosotros? - le
pregunto.
- Ustedes se quedan... no
quisiera que los capturaran.
- ¡No puedes ir tú sólo! - le
respondo - Ellos podrían...
- Entiendo... - me interrumpe
Matt y después voltea a vernos - Es muy peligroso para nosotros.
Al ver su rostro de preocupación,
me di cuenta de que iba en serio. Decidimos entrar en el observatorio, Desmond
y Matt hablan sobre las bases y dónde se encontraban. Tras un par de horas,
estábamos fuera del observatorio, despidiéndonos de Desmond.
- El dispositivo de alerta
funciona excelentemente. - dice Matt - Espero que no lo necesites, pero más
vale prevenir.
- Gracias, Matt. Te debo una.
- ¿Seguro que estarás bien por tu
cuenta, Desmond? - pregunta Claire preocupada.
- Te prometo que estaré bien. -
le dice con una ligera sonrisa.
- Suerte, Desmond. - le dice
Chase de lejos.
- Gracias, Chase. Pero la suerte
es para los débiles.
- ¡Uy, perdón! - exclama
sarcásticamente.
- Ten mucho cuidado. - le dice
Noa.
- Lo tendré en cuenta.
- No estás solo Desmond. - le
dice Kurt - Estamos contigo.
- Gracias, amigo. - le responde
con una sonrisa - Estoy en deuda contigo, algún día te regresaré el favor.
- Eres fuerte, Geiserfield. - le
dice Arthur - Pero no te confíes en el campo de batalla.
- Nunca lo hago, sargento Connor.
- Me caes bien, chico.
- Si no te comunicas dos veces al
día, te dispararé en las bolas cuando regreses. - le digo seriamente.
- Emm... ¡De acuerdo! - responde
nervioso - Dos veces al día.
Tras un festival de despedidas y
abrazos, Desmond sigue su camino por su propia cuenta. Entramos al observatorio
y despegamos, probablemente a mantenernos alejados de los anti-mutantes.
Mientras nos alejamos, podemos ver la silueta de Desmond caminando a lo lejos.
Espero que no tenga ningún problema.
CAPÍTULO ANTERIOR CAPÍTULO SIGUIENTE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario